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viernes, 7 de febrero de 2020

GLORIA PREOLÍMPICA: ARGENTINA CAMPEÓN Y A TOKIO

Cuando pudo fue excelso, goleador, arrasador. Pero cuando tuvo que poner garra, lo hizo. Así este Sub 23 de Argentina no sólo derrotó a Colombia en su casa 2-1, con diez hombres y contra el hostil público, sino que se metió en los Juegos Olímpicos. Ah: y de paso, es campeón del Torneo una fecha antes.

No debió haber sido de otra forma para el sin duda mejor equipo del certamen. Porque en esta cruda ronda final Argentina tenía que demostrar su nombre, sus cualidades, sus cuatro triunfos de la primera fase. Y fue superior, y lo es porque falta la jornada del domingo, a sus gigantes rivales. Lo había hecho contra Uruguay y su 3-2 del lunes y lo ratificó este jueves con todo en contra ante un discreto local.

Sí, la refundación juvenil no es cuento. De la mano de un profesional del área como el "Bocha" Batista, se forjó aquel buen Sub 20. Se dio el oro panamericano, cuánto hacía. Y ahora el Preolímpico, una fecha antes y mientras los discretos Brasil, Uruguay y Colombia apenas suman de a un punto. Cuando las cosas se hacen bien, Argentina, salen bien. Y estos grandes jugadores, con destino de selección mayor, lo han hecho. Por eso llegaron a tanta gloria.

jueves, 10 de octubre de 2019

LA INCREÍBLE HISTORIA DE MAXI CALDAS CON ALYSON ANNAN

Maxi Caldas fue un referente de la selección argentina de hóckey sobre césped, y hoy es técnico de la de Holanda. Alyson Annan, australiana, fue campeona en 1994 y campeona olímpica en 2000 contra nuestras Leonas. Pero ambos jugadores tuvieron una vida en común: estuvieron casados dos años. Y su amor nació de forma novelesca.

Caldas conoció a Annan durante una visita de la selección femenina de Australia por aquí, y se enamoraron, pero ella debió seguir viaje hasta Oceanía mientras él jugaba acá. Sin embargo, se telefonearon durante mucho tiempo, con lo que imaginen cuesta una llamada de acá a Australia y viceversa. Charla va, charla viene, con todo el mapamundi terrestre en el medio, al final fue Caldas quien se radicó allá, se casó con ella y por supuesto continuaron sus carreras, aunque duraron juntos en el amor un par de años. Se divorciaron y luego, como un destino marcado por Dios, ambos ganaron medallas olímpicas con la selección de Holanda, de varones y mujeres. Afortunados en el juego, no lo fueron en el corazón. Y no por la distancia de miles de kilómetros que separan a San Isidro de Australia.

domingo, 7 de octubre de 2018

ARGENTINA, POR PRIMERA VEZ SEDE OLÍMPICA

Desde ayer con la ceremonia de apertura y hasta el 18 de este mes ocurre un evento histórico para el país. Los Juegos Olímpicos de la Juventud se realizan en su tercera edición en la Ciudad de Buenos Aires y aledaños. Es decir que Argentina es por primera vez en su larga vida deportiva y como país sede de un juego olímpico, aunque sea éste creado en los 2000 para estimular a los chicos al deporte y a los valores del olimpismo. Después de tantos intentos frustrados, como aquel promocionado de Buenos Aires 2004, que perdió en primera ronda con Atenas para los Olímpicos mayores, en 2013 el comité Olímpico Internacional (COI) le dio este hito a nuestra capital y a la Argentina. Puede, sí, ser centro de polémicas, los gastos, la actual situación socioeconómica, todo. Pero un Juego Olímpico no se tiene todos los días. Además es plataforma de futuros talentos para los Juegos que vengan. Como sea, el deporte es en Argentina, por primera vez, universal. Que salga bien. Y que sirva.

sábado, 28 de abril de 2018

2012: LLUVIA OLÍMPICA CUATRO DÍAS

Ahora que hablamos de clima y sus locuras, recuerdo toda una rareza que aconteció en 2012, más precisamente en agosto y durante los Juegos Olímpicos de Londres. La segunda semana del evento, llovió torrencialmente durante cuatro días seguidos, en algunos momentos fuerte y en otros no tanto, pero persistentemente. El agua caía y caía y caía sobre la ciudad, mientras veíamos a Usain Bolt batir récords o a nuestro Sebastián Krismanich ser campeón de taekwondo. Encima, este servidor enfermo de duro lío de garganta, con medicación, cama y demás. Mejor que un novelista, mire.

martes, 20 de febrero de 2018

LA INCREÍBLE HISTORIA DE LA COREA UNIFICADA EN LOS OLÍMPICOS




Video equipo unificado de hóckey sobre hielo en Pyeonchang 2018

Los Juegos Olímpicos de Invierno que se están realizando en Pyeonchang, Corea del Sur, no son uno más. La gran noticia es el acercamiento, sobre todo político, de Corea del Sur con la del Norte, enemistadas desde décadas y especialmente por el régimen norcoreano y sus malditas pruebas nucleares. Pero la magia única del deporte, más si es el olímpico, ha dado historias como ésta. Un equipo de hóckey sobre hielo formado por coreanas de ambos lados. Aquí transcribimos la crónica de La Nación sobre la palabra de la entrenadora del histórico combinado.

Después de semanas de tensión, la entrenadora del equipo unificado, Sarah Murray, rompió a llorar mientras su equipo daba la vuelta de honor al estadio al son de "Hand in hand", la canción oficial de los Juegos de verano de Seúl en 1988.

"Estaba orgullosa. En ese momento supe que todo el trabajo había merecido realmente la pena", dijo la técnica. "El deporte une a la gente. Nunca me habría podido imaginar este equipo así. El deporte derriba barreras", agregó.

Pocas semanas antes de los Juegos, la entrenadora de 29 años recibió la noticia de que el equipo surcoreano sería transformado en un conjunto unificado de Corea. Murray tuvo que encajar a doce jugadoras norcoreanas que deportivamente eran aún menos competitivas que las surcoreanas.

"Es un magnífico símbolo de la fuerza unificadora del deporte olímpico", dijo entonces el presidente del COI, Thomas Bach. La canadiense-estadounidense, sin embargo, confesó entonces estar en "shock".

"Los políticos fueron quienes decidieron que debíamos jugar como un solo equipo. Pero las jugadoras y el cuerpo técnico han hecho su trabajo". "Yo vivo once meses al año en Corea del Sur. Mi asistenta tuvo un hijo hace cuatro años y no lo ha visto muy a menudo", continuó Murray. "Pero todos estos sacrificios merecieron la pena".

Deportivamente, Corea estuvo muy lejos de ser competitiva, algo que entrenadora y jugadoras achacan también a revuelo originado alrededor del equipo.

"Es complicado cuando no solo Corea del Sur sino todo el mundo te está mirando. Estamos hablando de un grupo de mujeres que aún son realmente muy jóvenes", dijo Randi Heesoo Griffin, autora del primer gol olímpico del equipo unificado, en la derrota por 4-1 ante Japón en la primera ronda. "Los nervios se disparan", agregó la jugadora respecto a las visitas al estadio de políticos y dirigentes de alto nivel.

Para Griffin, nacida en Estados Unidos pero de madre coreana, todo el proyecto resultó cuestionable, incluido el apoyo de las "cheerleaders" norcoreanas enviadas por Kim Jong-un a los Juegos.

"Para ser honesta, en algunos momentos tuve la sensación de que no estuvieron ahí realmente por nosotras y por el hockey sobre hielo, sino por alguna otra cosa", dijo la alumna de Harvard.

Consciente de las dificultades que existen para mantener el contacto entre ambos países, Murray tampoco cree en la continuidad del equipo. "No estoy segura de que en el futuro haya un equipo conjunto", advirtió. "Quizá no volvamos a jugar nunca juntas. Sólo podemos esperar que alguna vez volvamos a vernos".

Fuente: La Nación


sábado, 20 de agosto de 2016

DIARIO OLÍMPICO: LAS CANCIONES DE LOS JUEGOS

Otra linda entrada. Mientras esperamos las últimas definiciones de los Juegos de Río, repasemos algo que tal vez no muchos tengan en mente, sí con los Mundiales de fútbol, pero no con este grandioso evento: la música de los Juegos a través de la historia. Mientras en este momento estoy escuchando el disco que creé en mi PC con ella, en este caso Hand in Hand del 88, hago un pequeño párrafo.

La primera que se conoce oficialmente, aunque dicen que hubo otras antes, es la de Los Angeles 84, la eléctrica Olimpia del estadounidense de origen latino Sergio Méndez, que yo no conocí en su momento, tenía 11 años. Sí la excepcional Hand In Hand de Koreana, la de Seúl 88, la que más me emociona por mi adolescencia, mis 15, mi tercer año del Güemes, mi gusto por las rubias, y más importante, porque fue el primer Juego que viví, como ya conté entradas anteriores. Adjunto a ése, estaba One Moment In Time de la divina Whitney Houston, que a mi amiga de canto Mirtita le encanta y le recuerda ese 88. Luego, para los de 1992, Freddie Mercury con Montserrat Caballé hicieron Barcelona, bellísima obra del ex Queen y la lírica catalana, que ambos grabaron en el 88, y que me lleva a ese Juego que tan mal nos fue. También de ese año, de mi segundo de periodismo en TEA, es el precioso Amigos Para Siempre de José Carreras y Sarah Brightman, la bella inglesa que estuvo hermosa de azul en la ceremonia de clausura cuando cantó el tema.

Para el 96, ya recibido de periodista y hablando del atletismo y Carl Lewis en San Isidro Labrador FM, escuchaba Reach de Gloria Estefan, con su inconfundible y dulce voz, tema sencillo y agradable. En 2000, los de Sydney no fueron buen recuerdo, no voy a revelar por qué, pero la canción fue una belleza. La imborrable Olivia Newton John y John Farnham, aquel de You Are The Voice, gran tema del 87, hicieron Dare To Dream, siempre en esa onda tipo Noti Magiche del Mundial 90, pero emotiva igual; recuerdo a los dos candtándola en la ceremonia de apertura, la John toda de blanco. Para Atenas 2004, una que en ese momento no conocí, Pass The Flame del griego Yiannis Cotsiras, totalmente distinta, en ritmo, efectos raros y demás. Volvimos a la onda lenta en 2008, con el larguísimo pero bonito en chino, para Pekín, Beijing Huang Yin Nin, creo que lo escribí bien, que significa “Pekín te da la bienvenida”, en realidad la traducción la saqué de su pase al inglés, Beijing Welcomes You. El grupo, por si les interesa, era Pinyin, copado porque empezaba cantando un nene, seguía una mujer, un hombre y luego un coro de chicos. Hace cuatro años, en Londres 2012, ese bien rock británico de Muse, Survival, superpotente y que me recuerda esos cuatro días seguidos de lluvia, yo enfermo de la garganta viendo la tele en casa. Así llegamos al simpático, animado Alma e Coraçao de Río 2016, por el dúo Thiaguinho y Projota. Bandas sonoras de lo más grande del deporte, los Juegos Olímpicos. ¿Cuál será la de Tokio 2020? Quizá llamen a Alfredo Casero, que cantó Shima Uta para el Mundial 2002. Veremos. Por ahora, disfrutemos de esta música olímpica, tan emotiva como los mismos Juegos.

miércoles, 3 de agosto de 2016

MARAVILLAS ASÍ ES LA VIDA: ARGENTINA EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS

Para cerrar la saga de Maravillas referida a los Juegos Olímpicos, hoy contamos qué hizo Argentina en el gran evento, que fue mucho y bueno, más allá de que recién en los últimos años su deporte ha ido progresando como para ponerse a la par de los mejores. Exceptuando, lógicamente, el fútbol.

Desde su aparición en París 1900, nuestro país participó siempre, salvo en los Juegos de Moscú 80, cuando se plegó al boicot gestado por Estados Unidos y otros países contra la URSS. En total hasta 2012, consiguió 18 medallas de oro, 24 de plata y 28 de bronce, más 3 doradas en deportes de exhibición. La primera participación fue en 1900 con un solo atleta, el esgrimista Francisco Camet, que en espada terminó quinto, con lo que Argentina fue sexto en el medallero. En 1908, Héctor Torromé fue séptimo en patinaje sobre hielo y en 1920, el boxeador Angel Rodríguez perdió en primera ronda.

En París pero en 1924 Argentina envió por primera vez una delegación numerosa y organizada, obteniendo 6 medallas, cuatro en boxeo (el deporte más productivo de todos los tiempos), una en atletismo y la más importante, la del equipo de polo, que se colgó el primer oro. En Amsterdam 1928, el fútbol no pudo con su clásico rival Uruguay y se quedó con la de plata, pero el nadador Alberto Zorrilla ganó una de oro en 400 metros libres, con lo que se alcanzó el 13º puesto en la tabla, el mejor de la historia.

El primer gran momento de gloria, más allá de los oros ya citados, fue el triunfo del “Ñandú” Juan Carlos Zabala, con sólo 20 años, en la maratón de Los Angeles 32. Zabala fue abanderado para Berlín 36, donde Buenos Aires se había postulado. Allí, la primera mujer en competir, la nadadora Jeanette Campbell, hizo un gran trabajo y fue plata, mientras el polo volvió a ser oro . Tras la guerra, en Londres 1948 Argentina llevó hasta hoy la delegación más nutrida con 199 deportistas, y el boxeador Pascual Pérez ganó la de oro, luego sería el primer campeón profesional argentino. Delfo Cabrera emuló a Zabala y se coronó brillantemente en la maratón.

En 1952 Tranquilo Capozzo y Eduardo Guerrero, en remo, lograron en Helsinki (Finlandia) el último oro hasta 2004; además, el boxeo (como fue hasta México 68) siguió trayendo preseas. En Melbourne 56, ciudad que le ganó a Buenos Aires la sede por sólo un voto, comenzó la pobre presencia nacional, con apenas dos medallas, una de plata y otra de bronce, y varios atletas suspendidos por la dictadura que un año antes derrocó a Juan Domingo Perón. Lo mismo pasó en Roma 60,sólo dos medallas y la vuelta del fútbol que no pasó la primera ronda; en Tokio 64, una sola en equitación; en México 68, sólo dos terceros y el último del boxeo por décadas, y en Munich 72, donde Alberto Demiddi en el remo logró una de plata que fue la última hasta 1988.

El abandono de los gobiernos de turno fue notorio y creciente, por lo que en Montreal 76 no se conquistaron medallas por primera vez desde 1920. Peor fue para 1980, ya que la dictadura militar adhirió al boicot contra la URSS, dejando sin chance de medalla al fútbol y el básquetbol, clasificados en la cancha, o al remero Ricardo Ibarra y el ciclista Tito Steiner. El politizado, incompetente Comité Olímpico Argentino decidió darles diplomas y medallas simbólicas, que luego no se concretaron. El desperdicio de una generación rebotó en Los Angeles 84, donde el fútbol no fue al Preolímpico y los que asistieron estuvieron lejísimo de algo importante.

Un leve repunte se dio en Seúl 1988, gracias a que Gabriela Sabatini, abanderada y en su apogeo en el tenis, ganó la medalla de plata perdiendo la final ante la alemana Steffi Graf. Fue la primera presea en 16 años, y junto al gran bronce del vóleibol de Daniel Castellani, los únicos logros de esa década. El fútbol, siempre el referente máximo de esperanza olímpica, retornó luego de 24 años pero no pasó de los cuartos de final. Peor fue la actuación en Barcelona 92, donde pareció volverse a los malos tiempos,no sólo por una sola medalla (Frana y Miniussi en tenis) sino por desatinos tan visibles como desastrosos: la saltadora Verónica Ribot compitió con ropa prestada y el colmo, la corredora Ana María Comaschi no fue inscripta y no pudo por ejemplo ingresar al comedor, con el perjuicio que ello implicaba, situaciones que causaron roces con el COA y desnudaron la situación deplorable del deporte nacional. Y eso que meses antes se había inaugurado el Centro de Alto Rendimiento CENARD.

Para los dos eventos siguientes, se mejoró levemente otra vez, pero sin lograr oros, aumentando a 48 los años de sequía. La Selección de fútbol obtuvo por fin una medalla tras la de 1928, pero sus errores en la final con Nigeria (2-3) hicieron que fuera de plata, ésa que Hernán Crespo se metió en el bolsillo de la bronca. Mejor fue lo de Carlos Espínola, que en gran faena logró la de bronce en vela, y la de Pablo Chacón, el boxeador mendocino que tuvo buena actuación. Para Sydney, Espínola y sus compañeros ganaron tres de las cuatro preseas para Argentina, que se sumaron a la histórica gesta de las Leonas, el conjunto de hóckey sobre césped, que con Luciana Aymar a la cabeza fue plata ante Australia. El fútbol tenía el famoso Dream Team con Riquelme, D´Alessandro y Saviola, pero quedó eliminado por Chile en el Preolímpico.

Por suerte, la recuperación tibia que se mostraba se profundizó en ese tercer milenio. En 2004 en Atenas, Argentina logró el 28 de agosto dos títulos, primero con el fútbol y luego con la brillante generación dorada de Emanuel Ginóbili en el básquetbol, con triunfo sobre Estados Unidos y todo. No fue un día más: fue el día del deporte argentino, que así ganó oro tras 52 años. Además, Carlos Espínola volvió al podio, Georgina Bardach consiguió una valiosa de bronce en natación, tan postergada tantos años, y las Leonas y el dobles de Patricia Tarabini y Paola Suárez el bronce, completando seis medallas, la mejor cosecha desde Londres 1948. Brillante fue también en Pekín 2008, donde el fútbol fue bicampeón con Lionel Messi y gran elenco y los ciclistas Juan Curuchet y Walter Pérez dieron la campanada con un gran oro. Además,Carlos Espínola logró su cuarta presea seguida, y el básquetbol y las Leonas volvieron al podio.

Y hace cuatro años, en Londres 2012, a pesar de conseguirse sólo cuatro medallas, los deportistas argentinos realizaron un buen trabajo. La nota la dio el taekwondista correntino Sebastián Krismanich, primer oro en un deporte individual desde 1948. La vela aportó su qinta presea seguida en cinco Juegos, lo mismo las Leonas que fueron plata conquistando cuatro al hilo, en tanto Juan Martín Del Potro venció a Novak Djokovic y se colgó la de bronce. Además hubo varios diplomas olímpicos y gente como los remeros Suárez y Résola, cuartos, cumplieron muy dignamente, mostrando una renovada cara del olimpismo nacional. Ésa que ojalá se confirme dentro de unas horas, cuando en Río de Janeiro la historia llame a un nuevo puñado de ilusiones argentinas.

Fuente: Wikipedia



MARAVILLAS ASÍ ES LA VIDA: JUEGOS OLÍMPICOS (PARTE 5)

Hoy finalizamos el viaje de nuestra antorcha olímpica imaginaria con la parte más reciente de la historia de los Juegos. Para 2004, Atenas fue elegida sede en 1997, sobre una Buenos Aires que se había superpromocionado en tiempos no muy prósperos en todo sentido y que fue eliminada en la primera votación. Pero esos Olímpicos griegos, los segundos en la cuna del olimpismo, fueron imborrables, épicos para Argentina. Hacía 52 años que nuestro país no ganaba una medalla de oro. El fútbol, el básquetbol y las ya clásicas Leonas albergaban esperanzas de romper la sequía. Y tras una gran campaña y con los goles de Carlos Tévez, la Selección de Marcelo Bielsa le ganó la final a Paraguay y lo hizo: aquella madrugada argentina, las 10 de Grecia, horario rarísimo, se colgó por fin un oro, además por primera vez en nuestro fútbol. Y como si fuera poco, horas después, la generación dorada de Manu Ginóbili, que había bajado al Dream Team de Estados Unidos, venció a Italia y logró un oro de los más gloriosos de la historia nacional.

No fueron los únicos halagos para un deporte blanco y celeste cada vez mejor. Carlos Espínola ganó otra plata en vela y las Leonas el bronce, igual que Patricia Tarabini y Paola Suárez en tenis. Por otra parte, Justin Gatlin fue el más rápido en los 100 metros, el marroquí Hicham El Guerrouj en 1500y 5000, el dominicano Félix “Súper” Sánchez consiguió el primer título para su tierra en los 400 metros con vallas y la inglesa Kelly Holmes lo hizo en 800 y 1500. Nicolás Massú y Fernando González le dieron a Chile su primer oro en el dobles de tenis, además Massú ganó el single y González fue bronce. Afganistán volvió tras 1999, y el campeón de los 200 de Sydney, Constantinos Kenteris, se retiró del evento por sospechas de dóping y por eso no encendió el pebetero como estaba previsto. Por primera vez, en Atenas 2004 se superó la cantidad de 200 naciones, en total 201.

Los Juegos de 2008 fueron en Pekín, que había perdido con Sydney para 2000. Y a pesar del lío por la contaminación, los derechos humanos del gobierno de China y las protestas del Tíbet que busca su independencia, fueron otro evento para el recuerdo. Especialmente por la hazaña de Michael Phelps, el fabuloso nadador estadounidense que obtuvo 8 medallas de oro y superó a Mark Spitz, compatriota suyo, como máximo ganador dorado en un solo certamen. También por la irrupción del jamaiquino Usain Bolt, que los pasó por encima a todos en 100, 200 y 4x100, marcando un espectacular récord de 9 segundos 69. Y qué decir de Argentina, cada vez más ascendente en su nivel deportivo, con el fútbol otra vez campeón con Messi y su gran elenco, la proeza de Juan Curuchet y Walter Pérez en el ciclismo de pista y otros bronces de Espínola (cuarto al hilo), el básquet de Ginóbili y las geniales Leonas. La Rusa Elena Isinbayeva saltó 5 metros y 5 centímetros con garrocha y logró una increíble plusmarca, mientras que el afgano Rohullah Nikpai obtuvo en taekwondo un bronce histórico para su golpeado país.

Y así Llegamos al último hasta este momento, los de Londres 2012. Argentina continuó con su asenso y aunque el fútbol no se clasificó, las Leonas se colgaron la de plata y el correntino Sebastián Krismanich dio la campanada con su oro en taekwondo, primero en un deporte individual para nuestro país desde 1948. Estos fueron los Juegos de Usain Bolt, récord olímpico de nuevo con 9.63 en 100, aparte de volver a ser el 1 en 200 y 4x100, de Félix Sánchez y su triunfo en los 400 vallas y de Michael Phelps, que completó su repisa de medallas llegando a 22, el mayor medallista de todos los tiempos. En el fútbol, México ganó a Brasil y se colgó su primer oro, mientras Corea lo hizo con el bronce; el Dream Team estadounidense volvió a arrasar en el básquetbol y el ugandés Stephen Kiprotich triunfó en la maratón y obtuvo el primer éxito para su tierra.

Ahora, la antorcha de nuestro viaje, que comenzó allá por Atenas 1896, Pierre de Coubertin o el fútbol uruguayo, espera un nuevo conjunto de historias en la hermosa Río de Janeiro, donde desde hoy con el balompié de mujeres dará inicio el evento de 2016, la 31 Olimpíada. Todo está listo, sólo hay que seguir escribiendo la historia.

Fuente: Wikipedia

martes, 2 de agosto de 2016

SEÚL 88, MI PRIMER JUEGO OLÍMPICO



La hermosísima canción de Seúl, Hand in Hand (Mano en mano)

El acontecimiento deportivo más importante del año que por primera vez seguí con gran entusiasmo ese bellísimo septiembre, tanto en Clarín como en ATC. En el diario leía los resultados y me interesaba por apellidos raros para el cuaderno MÍO DE PLANTELES DE SELECCIONES. Y en el canal, cada noche veía el resumen de competencias, con aquellos muñequitos que representaban cada deporte y que me fascinaban.
Pero como no se televisaba nada en directo, ni siquiera el fútbol, me enteré apenas de todo, incluso la medalla de plata de Sabatini o el récord malogrado de Ben Jonson. Lo mismo con la Selección, cuyos goles vi en ATC o en Badía y Cía. Lo mejor y más caro a mis gustos fue la actuación de Zambia en fútbol, torneo que escribí en la recordada Carpeta General. Igualmente, Seúl 88 sumó para estos dorados momentos.

ZAMBIA, KALUSHA BWALYA

Y esa actuación de Zambia me generó un nuevo fenómeno, dentro de lo que ya era todo un tema como el fútbol africano. Y más aún por KALUSHA BWALYA, su gran goleador, a partir de que el 19 de septiembre le hizo tres goles a Italia para ese gran 4-0. Desde entonces y por mucho tiempo me mimeticé con la selección naranja y verde: los dibujos en la Carpeta o algún poster y hasta la remera de ese color.

Aquí el video del 4-0 a Italia:

MARAVILLAS ASÍ ES LA VIDA: JUEGOS OLÍMPICOS (PARTE 4)

Pasemos hoy a los Juegos de los 80 y 90, varios de ellos ensuciados por la molesta política. Así fue en 1984 en Los Angeles, Estados Unidos, cuando en respuesta al boicot impulsado por éstos hacia Moscú por la invasión soviética a Afganistán, la URSS y sus aliados comunistas no asistieron a la gran cita, dejando el medallero en manos del local que dominó ampliamente. Carl Lewis, apodado “El Hijo del Viento”, comenzó su gran leyenda al ganar los 100, 200, 4x100 metros y salto en largo, igualando a Jesse Owens y su campaña de Berlín 36. Mientras tanto, Michael Jordan guió al equipo de básquetbol al título, Mary Lou Retton fue heroína en gimnasia sobre las rumanas, el vóleibol fue campeón y los boxeadores se llevaron 9 de las 12 categorías. Asimismo se destacaron el alemán Michael Gross en natación y Francia en el fútbol, con un nuevo status para europeos y sudamericanos de jugar con futbolistas sin experiencia contra los profesionales de otros continentes. También en atletismo, dos momentos recordados: el triunfo de la marroquí Nawal El Moutawakel, primera islámica y primera de su país en ganar oro, en 400 metros, y el incidente entre la local Mary Decker y la sudafricana Zola Budd, que al no poder correr por su patria se nacionalizó inglesa en tiempo récord, y en la final de 3000 metros tuvo un roce ocasional con Decker, quien cayó, se lastimó y abandonó; los medios norteamericanos insinuaron que Budd lo hizo a propósito, cosas de la política.

Todo fue mejor para 1988, en Seúl, Corea del Sur. El mundo se reconcilió y 159 países tomaron parte. Y fueron unos Juegos inolvidables, especialmente para mí que los viví por primera vez. Pero, además, por la gran cantidad de hitos y momentos culminantes. Lo más notorio, y desagradable, fue el dóping del canadiense Ben Johnson, que había ganado con 9 segundos 79 los 100 metros, pero fue despojado de su medalla y el triunfo fue de nuevo para Carl Lewis, que además siguió su racha con plata en 200 y oro en salto en largo. En las mujeres, la “gacela negra” Florence Griffith-Joyner, de Estados Unidos, aquélla de las uñas bicolor, se llevó los 100 y 200 con récord mundial, mientras su cuñada Jackie Joyner-Kersee venció en el heptatlón. Kenia arrasó con las distancias largas y el italiano Gelindo Bordin se impuso en la maratón. Volvió el tenis tras 60 años, donde Gabriela Sabatini le dio una medalla de plata a la Argentina perdiendo con Steffi Graf, una de las dos preseas de un pobre deporte nacional, la otra el bronce del vóleibol que le ganó a Brasil con Castellani y compañía. El soviético Sergei Bubka batió el récord de salto con garrocha con más de 6 metros, mientras en natación se destacaron los estadounidenses Matt Biondi, Janet Evans y el clavadista Greg Louganis (oro con su cabeza vendada por un golpe previo), en pesas el gran turco Suleimanoglu, las gimnastas Daniela Silivas (Rumania) y Elena Chuchunova (URSS) que tuvieron un espectacular duelo definido ahí nomás por la soviética, y el triunfo de la URSS en básquetbol, con el gigante Arvidas Sabonis y eliminando a su clásico rival Estados Unidos. El fútbol también fue para la república socialista, que venció al Brasil de Romario, mientras Zambia y Kalusha Bwalya sorprendieron goleando a Italia y llegando a los cuartos de final, ahí donde la retornada Argentina reapareció pero se quedó.

En 1992, Barcelona fue la sede de unos Juegos con cuatro presencias llamativas: la vuelta de Sudáfrica tras la liberación de Nelson Mandela y el fin del apartheid, Alemania reunificada tras la caída del muro de Berlín en 1989, el regreso de Cuba tras dos eventos sin hacerlo y la última de las repúblicas soviéticas bajo el nombre de Equipo Unificado, aunque Lituania, Letonia y Estonia, los tres bálticos, primeros en separarse de la URSS, compitieron aparte. La ceremonia inaugural fue tan majestuosa como imborrable, lo mismo que la de cierre. Y entre ellas, el inglés Linford Christie se llevó el oro en los 100 metros y la estadounidense Gail Devers lo hizo en su rama tras una grave enfermedad. Sergei Bubka falló en sus intentos de garrocha y quedó afuera del podio; en cambio, su compatriota Vitali Scherbo se colgó seis medallas de oro en gimnasia, a una de Mark Spitz. Apareció el Dream Team de la NBA y con Jordan, Magic Johnson, Larry Bird y compañía arrasó con sus rivales. Pero lo más llamativo fue sin duda la explosión del deporte español, que ganó 13 oros cuando antes sólo había obtenido 4; entre otros, Fermín Cacho en 1500 metros, Martín López Zubero en natación y, sobre todo, el fútbol con Guardiola, Luis Enrique y Kiko hicieron grande a España, con una ola de éxitos que hasta hoy sigue vigente. Argentina fue una vergüenza, no sólo en resultados (apenas el bronce de Frana y Miniussi en tenis) sino por varios papelones organizativos, a pesar de la reciente creación del Centro de Alto Rendimiento, el CENARD.

Los de Atlanta 96, otra vez en Estados Unidos, fueron tan inolvidables como los anteriores. Es cierto que un atentado causó la muerte de dos personas en el Centennial Park, pero los 100 años del olimpismo contaron con muchos momentos agradables. El espectacular triunfo del canadiense Donovan Bailey con récord en 100 metros, la proeza de Carl Lewis que al vencer en 4x100 igualó a Al Oerter en ganar oro en cuatro Juegos seguidos, la velocidad del Turbo Michael Johnson en 200 con récord y 400, otro oro del básquetbol NBA, el triunfo del cinco veces campeón del Tour de Francia Miguel Indurain o la hazaña de Nigeria, que derrotó a Brasil y Argentina para ganar el fútbol, donde la Selección de Passarella obtuvo la plata; mientras, las mujeres también jugaron y Estados Unidos consiguió el primero de sus cuatro títulos. Todo tan inolvidable como la presencia de 197 países, entre ellos por primera vez las ex repúblicas soviéticas, y el encendido del pebetero olímpico por nada menos que el imborrable Muhamad Alí. Y por suerte, Argentina mejoró en su tarea y el boxeador Pablo Chacón y el windsurfista Carlos Espínola ganaron bronce.

Mientras todo esto sucedía, Sydney era la elegida para los primeros Juegos Olímpicos del tercer milenio, en 2000. Fue el certamen de las Leonas, el equipo de hóckey argentino que con Luciana Aymar a la cabeza conquistó una histórica medalla de plata ante las locales. También el de la australiana Kathy Freeman, la primera nativa aborigen que encendió el pebetero y, en 400 metros, ganó y festejó con su bandera indígena. Otro local, Ian Thorpe, se llevó el duelo de natación frente al holandés Piet Van Der Hogenbaum. Estados Unidos presentó otro Dream Team para vencer en el básquetbol a Francia, y Camerún dio un nuevo golpe africano en el fútbol ante la España de Xavi. Argentina fracasó al no ir en el balompié cuando tenía gente como Riquelme, D´Alessandro y Saviola, aunque Carlos Espínola se colgó plata y el vóleibol fue cuarto. En atletismo, Maurice Greene conquistó los 100 metros y el griego Constantinos Kenteris le ganó a Michael Johnson los 200, mientras que Marion Jones fue la estrella de velocidad con tres oros, pero años más tarde fue despojada por dóping. El nadador de Guinea Ecuatorial Eric Musambani recorrió solo la pileta por descalificación de sus rivales de forma grotesca, y 199 países batieron el récord de presencias, con Afganistán como ausente y las Coreas juntas bajo una misma bandera.

sábado, 30 de julio de 2016

FÚTBOL OLÍMPICO: AQUELLOS LOCOS ZAMBIANOS DEL 88

Hasta 1988, Africa no significaba mucho en el mundo del fútbol, salvo alguna campanada mundialista tipo Camerún y Argelia en España 82 o Marruecos en México
86. Mucho menos en el contexto de los Juegos Olímpicos, donde sólo Egipto había cosechado dos cuartos puestos en 1928 y 1964. Pero aquella primavera de
Seúl 1988, un nuevo país sorprendió con una actuación memorable, más allá de no haber pasado los cuartos de final. Lo que Zambia, la nación del sur, del
cobre y de las cataratas Victoria, gestó en tierra surcoreana será para siempre una de las grandes historias de los Juegos.

Los Chipolopolo, “balas de cobre” en dialecto africano, debutaban en la competencia tras haber eliminado a Ghana en una definición emocionante, ganando 2-0 en su capital Lusaka y perdiendo 0-1 en la revancha en Accra, pero pasando por diferencia de gol junto a Nigeria y Túnez. Esa tarde, el inolvidable arquero Efford Chabala atajó varias pelotas imposibles, incluido un penal, y los ghaneses, que iban arriba desde los 15 minutos, no pudieron hacer otro gol y Zambia fue a Seúl 88, donde le esperaba ser partenaire del potente Italia, Irak y Guatemala, éste en reemplazo de México, suspendido por la FIFA por dos años por adulteración de edad de su Sub 20.

El gran delantero Kalusha Bwalya, hoy presidente de la Federación de su país, era la figura de ese conjunto dirigido por Samuel Ndlovu. Bwalya, entonces en el Cercle Brugge de Bélgica, estaba junto a su tocayo Johnson Bwalya, Chabala, Musonda, Nyirenda, Makinka y otros jugadores que luego se destacarían en la mayor. El debut no presagiaba gran cosa, ya que el 17 de septiembre en Taejon, Zambia igualaba con los iraquíes 2-2, remontando una desventaja inicial con goles de Nyirenda y Kalusha, pero haciendo tablas al final. Mientras tanto, los italianos arrasaban a Guatemala por 5 a 2.

Nadie en su sano juicio iba a pronosticar lo ocurrido dos días después, el 19 de septiembre en Kwangju. Con alrededor de 9800 espectadores y el inglés Keith Hackett de árbitro, Italia dominaba el encuentro hasta que a los 41 minutos, Kalusha Bwalya recibió un pase, se metió en el área y superó a Stefano Tacconi, el arquero campeón con la Juventus en 1985, para la apertura del marcador. El relator de la TV italiana no entendía nada. Menos cuando a los 11 del segundo tiempo, Bwalya ejecutó un tiro libre con la barrera armándose y marcó el segundo, hecho que generó la protesta de los azzurros. A los 19, un remate de Johnson Bwalya se desvió en el defensor Pellegrini y fue el tercero. Y sobre la hora, cuando los europeos querían irse, Kalusha hizo su triplete y el famoso, tremendo 4 a 0. La prensa no cabía en su asombro, tanto la de Italia como en Argentina, donde algunos creyeron que el resultado era al revés. Incluso, el gran Oscar Gañete Blasco, al comentar el resumen en el canal ATC de Buenos Aires, tuvo lío para pronunciar el apellido de Bwalya, lo mismo que otro grande, Julio Ricardo, tres días más tarde en la goleada ante Guatemala.

El 21 en Kwanghju, Zambia repitió el 4-0 a los centroamericanos, con dos de Makinka y otros de Kalusha Bwalya, uno de penal, y así ganó el grupo B para ir a enfrentar a la potente Alemania de Jürgen Klinsmann y Thomas Haessler en cuartos de final. Ese 25 nuevamente en Kwangju, los alemanes fueron demasiado y con tres de Klinsmann golearon 4 a 0 y terminaron la epopeya de Zambia. Pero hubo recompensa, ya que Zambia fue la mejor selección del continente y Kalusha Balón de Oro de France Football. Además, la aventura de los naranjas fue un preludio de lo que vino después: la primera medalla para Africa con Ghana en Barcelona 92, y ni hablar los oros de Nigeria en Atlanta 96 y Camerún en Sydney 2000. Igual, la historia les reservó un lugar eterno a aquellos locos de Zambia de 1988.

Reviva aquí la hazaña de Zambia ante Italia:


jueves, 28 de julio de 2016

MARAVILLAS ASÍ ES LA VIDA: JUEGOS OLÍMPICOS (PARTE 3)

Luego de que nuestra antorcha olímpica viajara de Atenas a Melbourne, ahora la llevamos con la historia a Roma 1960, primeros Juegos televisados en directo, en los inicios de la caja cuadrada. Pero el recuerdo símbolo de entonces correspondió por primera vez a un africano, el etíope Abebe Bikila, que ganó descalzo la maratón en una excepcional faena. Vilma Rudolf, una enferma de polio, ganó en carreras de pista. La ucraniana Larissa Latinina se llevó seis medallas en gimnasia artística, y apareció el imborrable boxeador Muhamad Alí, venciendo en los semipesados. Gran Bretaña participó por última vez en fútbol hasta 2012, disciplina en la que Argentina volvió pero quedó afuera en la primera ronda, con un joven llamado Carlos Bilardo, y Sudáfrica compitió por última ocasión bajo el régimen separatista del apartheid, por lo que no volvería hasta 1992. Además, en Roma 60 tuvieron lugar los primeros Juegos Paralímpicos, para las personas con discapacidad.

Para 1964 los Juegos se trasladaron por primera vez a Asia, en Tokio, Japón, que había sido seleccionada para 1940 pero no pudo por la guerra. Esta vez, una enorme inversión en infraestructura hizo unos Olímpicos majestuosos, donde Abebe Bikila y Larissa Latinina se impusieron de nuevo, Bob Hayes ganó en los 100 metros con un entonces récord de 10 segundos y Hungría consiguió su segundo oro seguido en fútbol, donde Argentina jugó otra vez pero sin éxito. Los de Tokio fueron asimismo los primeros transmitidos por TV en colores y vía satélite, como también los primeros en usar computación para cronometraje y resultados. Y el portador del último relevo de la llama olímpica fue el atleta japonés Yoshinori Sakai, llamado “el bebé de Hiroshima” por haber nacido en la fatídica jornada de la explosión de la bomba atómica sobre esa ciudad, en 1945.

El imponente estadio Azteca se construyó especialmente para los Juegos de México 68, los primeros en América latina. Y los primeros con controles antidóping. En la altura de la capital, tres atletas fueron los imborrables: el estadounidense Jim Hines que ganó los 100 metros con menos de 10 segundos, el primero en hacerlo; su compatriota Bob Beamon, récord en salto en largo con 8,90 metros contra 8,33 del segundo, y el inglés Dick Fosbury, plusmarquista en salto en alto con su técnica de espaldas. La maratón fue para el etíope Mamo Wolde, mientras Kenia se llevó su primer oro en 10 000 metros. En los 200, el ganador Tommie Smith y John Carlos, ambos norteamericanos, realizaron el “saludo del poder negro”, una señal de protesta por la reivindicación de los derechos de los negros en su país. Hablando de raza, Sudáfrica fue prohibido por primera ocasión por el apartheid, mientras Alemania Federal y Alemania Oriental compitieron separadas. Y Paraguay debutó en los Juegos.

Hablar de Munich 1972 es, lamentablemente, hablar de terrorismo. Durante el evento, palestinos asesinaron a dos atletas israelíes y tomaron de rehenes a otros 9, reclamando la liberación de presos palestinos. El rescate se frustró y los nueve israelíes fueron también muertos con una granada, que además mató a un policía y cinco terroristas. A pesar de la tragedia, tras un día de luto, la competencia siguió normalmente. Por suerte, también hubo deporte: Lasse Viren ganó los 5 y 10 000 metros, Mark Spitz se llevó nada menos que siete oros en natación y la URSS le ganó el clásico del básquetbol a Estados Unidos con un doble faltando un segundo. En fútbol, la Polonia de Deyna fue imbatible y el handball hizo su debut. Y por Argentina, Alberto Demiddi hizo un gran trabajo en remo y estuvo cerca de una medalla.

Finalizamos por hoy con Montreal 1976, lo mismo que decir los Juegos de la adolescente gimnasta rumana Nadia Comaneci, que consiguió por primera vez puntuación de 10 en barras asimétricas. El cubano Alberto Juantorena brilló en 400 y 800 metros y Alemania Oriental en el fútbol, venciendo a Polonia. El evento fue como siempre ensuciado por la política: 24 países africanos no fueron a Canadá en repudio a que la selección de rugby de Nueva Zelanda hizo una gira por Sudáfrica a pesar de la reciente masacre de Soweto. Además, las naciones reclamaban la readmisión sudafricana y como fue denegada, no participaron. Siempre la política, que seguiría molestando unos años más.

Fuente: Wikipedia

viernes, 22 de julio de 2016

MARAVILLAS ASÍ ES LA VIDA: JUEGOS OLÍMPICOS (PARTE 2)

Continuamos a días de los Juegos Olímpicos de Río 2016 repasando en algunas líneas cada edición, cada historia de esta apasionante, tentadora competencia deportiva.

Tras haber contado de Atenas 1896 a Amsterdam 1928, el viaje sigue a Los Angeles, que en 1932 albergó unos Juegos devaluados, debido a una crisis económica que atravesaba Estados Unidos, lo que redujo el número de países y de atletas. No hubo fútbol por falta de interés, con el Mundial recién creado por la FIFA, y el nadador japonés de 14 años Kusuo Kitamura fue el más joven en ganar una medalla de oro. Pero los del 32 son sinónimo de gloria para Argentina, ya que Juan Carlos Zabala se impuso brillantemente en la maratón.

De allí pasamos a los superpolitizados de Berlín en 1936. Bajo el apogeo de Adolf Hitler y el nazismo, los Juegos trajeron varias polémicas. España hizo boicot, una atleta alemana fue prohibida por ser judía y el negro estadounidense Jesse Owens, estrella del atletismo al ganar los 100, 200, 4x100 y salto en largo, no fue saludado por el Führer, que quería que los blancos demostrasen su superioridad. Además, Perú venció a Austria en el fútbol, que retornó ese año, pero los austríacos protestaron por varias irregularidades, la FIFA ordenó la reiteración del encuentro y como Perú no quiso, fue descalificado y, como respuesta, retiró su delegación, acompañado por las de Argentina, Chile, Colombia, Uruguay y México. El fútbol fue para la Italia de Vittorio Pozzo. Después, la locura de la guerra postergó la belleza olímpica, que iba a tener lugar en Helsinki en 1940 y Londres 1944, pero no se hizo hasta Londres pero en 1948.

En Inglaterra, que se iba levantando de las ruinas de los bombardeos alemanes, fueron “los Juegos de la austeridad”. No hubo villa olímpica, los atletas durmieron en barracones militares de la guerra, no se construyeron instalaciones y el nuevo estadio de Wembley fue adaptado para las distintas pruebas, con una pista de atletismo de ceniza. El río Támesis fue el escenario del remo y el canotaje. Obvio que Alemania, Japón y la Unión Soviética no participaron por su rol en el conflicto. Al menos, la holandesa Fanny Blankers-Koen brilló ganando cuatro oros en atletismo, Suecia se llevó el fútbol, el arte tuvo su última competencia y por primera vez se televisaron los Juegos, por la BBC. Pero el gran recuerdo para los argentinos lo marcó el gran Delfo Cabrera, que como Zabala en el 32 se llevó la maratón en un emotivo final.

Tras otra olimpíada (período de 4 años entre cada Juego) el evento fue a Helsinki, Finlandia, en 1952. Fueron los del checo Emil Zatopek, que ganó nada menos que 5000, 10 000 metros y maratón. Por primera vez estuvieron la URSS, Israel y volvieron Alemania, en su versión federal, y Japón. El fútbol fue para el ballet húngaro de Puskas y los argentinos, de gran momento deportivo en tiempos de Juan Domingo Perón, disfrutaron el triunfo de Tranquilo Capozzo y Eduardo Guerrero en remo, que sería la última medalla de oro hasta la victoria del fútbol y el básquetbol en Atenas 2004.

Por hoy dejamos en Melbourne 1956, primera edición en el hemisferio Sur y en Oceanía, en Australia. Como siempre, la política condicionó los Juegos, con la no participación de Egipto, Líbano, Irak (guerra de Suez), España, Polonia, Suiza (revolución húngara) y China, en protesta por la presencia de Taiwan. La URSS se llevó la mayor cantidad de medallas y el fútbol australiano fue deporte de demostración.

Fuente: Wikipedia




lunes, 18 de julio de 2016

MARAVILLAS ASÍ ES LA VIDA: JUEGOS OLÍMPICOS (PARTE 1)

Hoy seguimos con las queridas y amenas Maravillas. Pero en este caso no es ningún lugar del mundo, ni un monumento, ni algo tangible. Sí tiene que ver, como ha sido con algunas, con el pasado, pero también con el presente. Es la historia de los Juegos Olímpicos, más que una competencia multideportiva, todo un compendio de mitos, leyendas, historias y recuerdos. Una enciclopedia de deporte y de vida. Desde hoy, y a semanas de una nueva edición, esta de Río de Janeiro 2016, les cuento lo más breve posible lo que cada Juego dejó de increíble e inolvidable.

En 1894 y por iniciativa del barón francés Pierre de Coubertin, que quería revivir los Juegos de la antigua Grecia, se creó un Congreso en París que aprobó su idea, y así nacieron los nuevos Juegos, donde competían amateurs, aunque a veces había profesionales. La primera edición fue en 1896, en Atenas, la cuna de los mismos. Todo era muy nuevo, pero se hicieron dignamente. 241 atletas de 14 países compitieron en 9 deportes (no hubo fútbol), de los que por supuesto el atletismo fue el más importante, con la victoria del griego Spiridon Louis en la maratón, la prueba que revivía la corrida del soldado Filípides para avisar del triunfo de su ejército sobre los persas, cuando lo hizo de Atenas a Esparta. Muchas curiosidades: deportistas de una diciplina que competían en otra, como el gimnasta alemán Karl Shuhmann que ganó 4 oros ahí y estuvo en lucha. O pruebas que no terminaban por falta de luz solar y se reanudaban a la mañana. El rey Jorge I fue juez de varios eventos, la natación fue en mar abierto, el tenis en velódromo. Un estadounidense, James Connolly, fue el primer campeón al llevarse el salto triple el 6 de abril de 1896, y otro, Thomas Burke, el primer ganador de 100 metros con 12 segundos, tres menos que ahora.

La segunda edición fue en París, la tierra de Coubertin. Por primera vez participaron las mujeres, siendo la tenista inglesa Charlotte Cooper la primera campeona. Muchos ganadores recibieron trofeos o dinero por medallas, y algunos deportes raros como nado con obstáculos se celebraron por única vez. En cambio, el fútbol tuvo su debut no oficial con tres partidos de demostración, cuyo campeón fue el Upton Park de Inglaterra. Y Argentina hizo su aparición con el esgrimista Francisco Camet.

Sain Louis, en Missouri, Estados Unidos, albergó la tercera cita, que curiosamente duró cuatro meses (julio a noviembre, no 15 días como ahora) y donde se comenzaron a entregar medallas de oro, plata y bronce, hubo segregación racial calificada como “bochornosa” por Coubertin, un estadounidense ganó la prehistórica prueba de 60 metros, aparte de 100 y 200, y el básquetbol, béisbol y hasta el fútbol americano fueron exhibición. El fútbol fue jugado por tres equipos, dos clubes y una universidad,donde el Galt FC de Canadá fue el oro.

En 1906 se hicieron Juegos Intercalados en Atenas, como para darle el gusto a los griegos que querían el evento cada cuatro años allí. Roma iba a hacer los de 1908, pero la erupción del volcán Vesubio que destruyó Nápoles hizo que fuera reemplazada por Londres. Ahí sí el fútbol, en la tierra de sus inventores, comenzó como oficial con el título de Gran Bretaña. También hubo por primera vez desfile inaugural, con mucha polémica, y un recordado momento cuando en la maratón el italiano Dorando Pietri, al entrar al estadio White City, cansado se equivocó de camino, se cayó y como fue ayudado a llegar a la meta fue descalificado, pero la reina Alejandra le regaló una copa por su esfuerzo.

En 1912 los Juegos fueron otra vez en Europa, como sería hasta 1932 ininterrumpidamente. La ciudad de Estocolmo fue la sede y lo más importante fue que el estadounidense Jim Thorpe, campeón de decatlón y pentatlón, fue despojado de sus logros al año siguiente al descubrirse que era profesional; Thorpe luchó por la reintegración de sus medallas, pero el Comité Olímpico Internacional (COI) lo denegó. Recién en 1984, en Los Angeles,se revocó la decisión y se entregaron las medallas a los hijos y nietos de Thorpe. Por otro lado, el arte fue parte increíble del programa de competencias, lo que se daría hasta 1948.

Amberes, en Bélgica, acogió los Juegos tras la Primera Guerra Mundial, con la primera presencia de la bandera olímpica, la de los cinco anillos, una final de fútbol donde Checoslovaquia se retiró de la cancha en protesta por el arbitraje y Bélgica ganó, jugándose un repechaje para definir las otras preseas. Egipto, Sudáfrica y Japón compitieron por primera vez.

Para cerrar por hoy, los siguientes dos Juegos, París 1924 y Amsterdam 1928, serán para siempre los de Uruguay, que ganó brillantemente las finales de fútbol, en el 28 en doble partido sobre Argentina. En general, en el 24 fue la primera edición donde hubo villa olímpica y la última liderada por Coubertin, aparecieron dos grandes como el finlandés Paavo Nurmi en atletismo y el estadounidense Johnny Weissmuller, que luego hizo de Tarzán en el cine, en natación y Argentina ganó su primera medalla, de oro, en polo. Y en el 28, aparecieron la llama olímpica, el desfile abierto por Grecia y cerrado por el organizador, más de Nurmi (9 oros) y Weissmuller, mujeres en atletismo, una gimnasta italiana de 11 años campeona más joven de la historia, la vuelta de Alemania tras 16 años y la guerra y la aparición de Adidas. Algunas maravillas de la octava maravilla, los Juegos Olímpicos de verano.