domingo, 2 de agosto de 2020

EL CHISTE CON EL COVID EN EL BAR LO DE CUNI

El bar Lo de Cuni, ahí en la calle Amador en Olivos, es un lugar que disfruté bastante hasta que arrancó la pandemia de coronavirus aquel ya lejano marzo de 2020. Días antes, en febrero, yo había ido como cada miércoles a almorzar antes de mi taller de canto. Del virus ya se sabía algo, sobre todo el comienzo del desastre en Italia, pero acá aún creíamos que era un asuntito chino. Tanto que ese mediodía de sol radiante, entró un tipo y saludó al barman con un irónico "!Coronavirus!" hacia él.

sábado, 1 de agosto de 2020

!DEJEMOS DE HABLAR DEL CORONAVIRUS!

Por supuesto que cada uno puede hacer lo que quiera de su vida. Escribir y hablar de lo que quiera. Pero no sé qué tenemos los argentinos que nos encanta, pareciera, tocar temas negativos, cualquiera sea su grado de lío. Hasta en cumpleaños la gente se pone a hablar de problemas, trabajo, pareja, ni te digo enfermedades. Pues bien, eso sucede ahora con el coronavirus, que desde marzo afecta pero que este invierno arrasa con casi 6000 contagios por día, aparte de los fallecidos. Y que nos estropea, empaña la vida con esta cuarentena y su aislamiento y demás. Bastante dolor, pena, fastidio, como para que encima se hable y hable del asunto. Lo poco que veo mi Facebok casi todos ponen cosas del tema. Sí, está en boga, maldito sea, hay que estar informados, más yo que soy periodista. Pero tampoco nos rompamos la cabeza, por favor. ¿No podemos contar algo lindo, ameno, divertido, alegre? No, todo malas. Así somos, así vivimos. Y como siempre, así estamos. Porque sin duda, el coronavirus nos afecta no sólo el cuerpo.

viernes, 31 de julio de 2020

HISTORIAS DE INFANCIA: KALKITOS

Un pasatiempo típico y singular DE mi inicio de los años 80. Un librito que contenía una plancha con un montón de dibujos para calcar sobre una escena grande, símil de otra que estaba más arriba. Y además traía una historia sobre la misma. Cómo me divertía calcando, a veces me salía todo mal; me acuerdo de uno de autos y otro lindísimo de fútbol. Mi abuela me lo compraba y siempre me sorprendía con uno cuando iba a su casa.

jueves, 30 de julio de 2020

A 90 AÑOS DE LA PRIMERA FINAL DEL MUNDIAL

Entre tantos aniversarios exactos que este 2020 nos regala, se encuentra uno muy importante, más allá de que sea del fútbol. Porque el fútbol ya dejó de ser un deporte, es toda una vida, sobre todo para los que lo amamos, que somos millones, hombres y mujeres. Y su expresión máxima es el Mundial, que también se ha convertido en una industtria y no en una competencia de unas semanas. Por eso, al cumplirse hoy 90 años de la primera final, hacemos hincapié. Fue aquel 30 de julio de 1930 en Uruguay, cuando el local derrotó 4 a 2 a Argentina en el recién inaugurado estadio Centenario de Montevideo.

Tras esa idea tan debatida de la FIFA de un torneo entre países, se organizó el inicial desde el 13 de julio y desembocó en esa final, llena de tantas historietas. El clima hostil contra la Selección y sobre todo contra su figura Luis Monti por su juego fuerte, amenazas contra él, tretas locales de por ejemplo enviar a nuestros jugadores a un vestuario en la misma tribuna recibiendo insultos y demás, el sorteo por la pelota, el triunfo parcial de Argentina 2 a 1 antes del entretiempo y la vuelta uruguaya al marcador para el 4 a 2 final. Así se decidió por primera vez un Mundial, muy primitivo por entonces, 13 equipos, cuatro de Europa sin muchas ganas, un Estados Unidos apoyado en ingleses y otras rarezas que ya repasáramos en la previa de Rusia 2018 (ver Rarezas del Mundial 30). Sí, el Mundial cumple 90. Y como si fuera un abuelo longevo, hay que festejarlo.

Aunque usted no lo crea, hay imágenes de la primera final de un Mundial:

TIPICA DE AHORA: NOMBRES ACORTADOS

Así como las muletillas (ver entrada de más abajo), otra curiosidad en nuestras relaciones cotidianas son el acortar los nombres de personas, especialmente de quienes les tenemos confianza. Eso fue siempre, es cierto, pero hoy es muchho más marcado. Ya no se acorta por ejemplo María Eugenia como Maru, ahora es Ma o Eu, no se sabe si es un acortativo o estás llamando a alguien. Así puede ser Ro por Rodrigo, Roberto o Roxana, Jaz por Jazmín, Zo por Zoe (!por una letrita!), Marti por Martín. A mí para no llamarme Diego, que no creo sea un nombre largo ni polaco, me dicen Die. O absurdos tipo Marta por Martín, no sabés si es hombre o mujer. Así es con todo, hoy todo tiene que ser ultrarrápido, tanto que hasta la identidad es bien corta. No sea que tanta rapidez haga que próximamente en el Registro Civil se anote un Die Martínez o un Ro Pérez.

QUÉ MAL QUEDAN LAS MULETILLAS

Empecemos por explicar qué es una muletilla antes de criticar su uso, a ver si creemos que es una prótesis más cortita especial. Una muletilla es una de esas palabritas o frasecitas sin contenido que decimos, me incluyo, cuando o estamos distraídos, o inseguros, o sólo por hábito incorporado automáticamente. Eso lo decimos y lo escuchamos todo el tiempo, de nosotros laburantes anónimos o hasta de famosos como el presidente Alberto Fernández. Ejemplos hay miles, recién leí varios ahí en Wikipedia y están buenísimos. Los que oigo y digo son "y bueno", "mirá", "esteee" (más yo cuando me trabo en radio), "pará", "dale", "viste" (a veces "vistes"), "qué hacés", "digamos" (otra re mía), "entendés", "así que", "o sea" (la de Maradona de pibe), el horripilante "nocierto", tremenda deformación gramatical, le sacás el verbo "es". A ellos agreguemos el argentinísimo "che" o el peor aún "boludo" para llamar a alguien, peor aún con una mujer con la que se tiene confianza, "escuchame boluda". Y también hay muletillas importadas, el "y nada" español que recuerdo haberlo escuchado por primera vez de Diego Simeone cuando aún jugaba en España. Interesante, termómetro de cómo hablamos, de nuestra cultura, lenguaje, personalidad, o tal vez nada que ver. Al menos para no repetirlas tanto, que quedan feas, che.

miércoles, 29 de julio de 2020

!LO TENGO! EL LIBRO DE FUTBOL AFRICANO


En medio de este tiempo tan lúgubre de coronavirus en Argentina, yo personalmente la estoy pasando muy feliz gracias a Dios y a la Virgen. Y una de esas felicidades es con mi gran amor el periodismo. Hace poco conté de mi comienzo en Tribunero Radio. Luego de mi nuevo canal de YouTube Diego Periodista. Y también de, creo, lo más grande de este 2020, peleándose ahí con la radio: el libro Fútbol Africano de Pancho Jáuregui, mi absoluta primera colaboración en una obra, un real hito en mis 27 años de carrera y por qué no, en mis 47 años de vida de Dios. Este martes viví una infinita emoción, casi lloro, cuando me tocaron el timbre de casa y me lo trajeron. Y por supuesto, hoy hice la foto para reflejar ese momento imborrable, la cual aquí ven. A los 15 bromeaba en el secundario con un imaginario Guinea Ecuatorial-Uganda y los chicos del Güemes me cargaban. Hoy estoiy orgulloso y superfeliz de este logro, que ahí comparto. Porque quiero que mi alegría sea de ustedes que me leen. Y que mi pasión por el fútbol y sobre todo por Africa no tenga límites.