El domingo pasado iba a misa a San Antonio con mi amigote Leandro, ya de tres décadas. Y en el viaje en su linda camioneta, el castaño ex ayudante de materias del Güemes me contaba de los distintos modelos de autos, recordando que por el tiempo que me conoció yo era fanático de los mismos. Y charlando del tema me dijo que leyera un sitio llamado Autoblog, en el cual aparte de temas automotrices hay críticas sobre tests de autos. Y una de ellas es escrita por Jerónimo Chemes, un tipo que sinceramente no tiene desperdicio. Más allá de las cuestiones técnicas que se me escapan de la cabeza, les comparto la desopilante forma de redacción del hombre. Estos son los mejores párrafos; especialmente para los que gustan de pasar un rato agradable con buen humor, que es más importante que lo material y físico, seguro se van a reír como yo.
CRÍTICA DE JERO CHEMES A LA TOYOTA HILUX 2016
Nuevamente agradezco a Autoblog la posibilidad de probar una chata y transmitir mi parecer. En este caso, es nada menos que la Toyota Hilux 2016, recién “salidita del horno”.
El resultado es que, al final, la realidad demuele nuevamente al marketing. Reponer los plásticos de los autos aventureros es carísimo comparado con las versiones “normales”. Y la cantidad de chatas volcadas es abrumadora, aún con ESP, porque tienen prestaciones maravillosas, pero no son a prueba de estúpidos.
Mientras tanto, las automotrices siguen vendiendo productos y convencen con sus estrategias de comunicación: lo importante es que sientas que, en vez de comprar un hatchback del Mercosur, con plásticos de mala calidad, te estás comprando “la chata” para cruzar el Himalaya.
A su vez, el que pagó una cantidad sideral de dinero por una chata de 2.200 kilos con ruedas de 17 y sin caja reductora (que el nuevo usuario ni sabe para qué sirve) siente que pueda tomar curvas a 170 km/h y subir videos a internet donde adelantan a una chata de la competencia a casi 190 km/h. Lo filman en la ruta y lo festejan. Paremos la mano. Una chata de 2.2 toneladas, lanzada a 190 km/h, si choca contra un auto común lo desintegra. Ya se lastimó mucha gente.
Ah, lo más denigrante: que tu foto de perfil sea la del tablero de tu chata a fondo (o el GPS) para mostrarle al mundo lo “machote” que sos porque circulás a 200 km/h luego de “chipearla”. No hay nada que certifique con más elocuencia que no estás preparado para manejar a esa velocidad. Ni en tu chata ni en un Porsche 911.
Disculpen, no soy una Carmelita Decalza y puedo cometer errores, pero se está viviendo una locura que debemos parar. Estar alto y tener cientos de CV no te hacen mejor. Te deberían hacer aún más responsable. Un gran poder implica una gran responsabilidad. Es algo que la mayor parte de los usuarios nuevos de chatas no parece entender. Además, la infraestructura vial del país tampoco acompaña para hacerse el Superman.
Otro ejemplo sería el inexplicable, inentendible, anacrónico, demodée e insufrible relojito con números de calculadora Casio de los ‘80 del centro del tablero. En todas las unidades que tuve, todas sin excepción, andaba perfecto y ningún dígito estaba quemado. Hay unidades volcadas para desguace que, si le conectás la batería, lo primero que prende es… ¡el relojito! Chapeau.
Reconozco que soy particularmente sensible en este tema, ya que como usuario de Ranger de generación anterior el tema de la perilla de conexión de la doble es enfermante. Para conectar la baja necesitás un rito umbanda y, para sacarla, tiene que venir el Papa Francisco con la plana mayor del Vaticano a realizar un exorcismo. En la Ranger nueva eso mejoró, pero en la vieja me volvió loco y a todos los que conozco con Ranger de generación anterior les ha pasado lo mismo.
En una hipotética reunión en un bar, están los cinco motores de chatas tomando unas cervezas después del trabajo: el Demonio de Tasmania (Duramax), Bebé Godzilla (Puma 3.2), Oogway, la tortuga maestro invencible (3.0 viejo de Toyota), su discípulo Kung Fu Panda (el actual 2.8 de esta Hilux) y el 2.0 Biturbodiesel de Amarok.
Luego de unos tragos de más, se pudre todo, ya que los americanos están borrachos y sacan su testosterona, producto de un chiste mal interpretado. Se entran a dar…
El Demonio y Godzilla apelan a su fuerza irracional y se dan piñas, cabezazos, se parten sillas en la cabeza, haciendo alarde de su poder y resistencia. Oogway y Kung Fu Panda, bien orientales, se corren a un lado y se ponen en alerta, para terminar el conflicto sin hacer fuerza, con la milenaria paciencia oriental de quien sabe que tiene poder y el tiempo es su aliado. Por último el 2.0BT se corre hacia un rincón pensando “yo estaba muy cómodo en un Golf y me metieron en este despelote” mientras whatsapea a su hermano mayor (el V6), que venga pronto a rescatarlo, lo antes posible.
Es evidente que Toyota tiene varios caballos guardados en el corral, que todavía no van a soltar. Al igual que Ford, que “duerme” a bebé Godzilla a las 2.800/3.000 rpm. ¿Estarán esperando al temible V6 de VW para mostrar sus cartas?
Además, por 630 lucas, te dan el relojito ochentoso arriba de todo, con el cual tus bisnietos van a poder ver la hora. Porque vos te vas a morir, pero él va a seguir andando.
Amigos, es la nueva Hilux. Corran a comprarla, se agota.
Señores de Toyota: gracias por el préstamo, perdón por la arena.
Click en la foto para ver la cara de alegría del Niño Chemes.
El problema fue conseguir que la devolviera.
Fuente: Autoblog
Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
sábado, 30 de abril de 2016
sábado, 23 de abril de 2016
RALLY DE ARGENTINA, TODA UNA PASIÓN A FONDO
Dentro de un apasionante espectáculo como el rally mundial, el Rally De Argentina es una de las espresiones más pasionales de nuestro automovilismo. Con ya 36 años de historia, permanece a través del tiempo como la prueba motor más importante que pasa en el país. Y como el TC, TC 2000, la Fórmula 1 o el Moto GP, es una verdadera fiebre cada año que nos visita. Y una fiebre del deporte todo. Otro sinónimo de nuestras tradiciones, en este fin de semana que se disputa la edición 36, vale la pena recorrer y recordar su hoja de ruta desde 1980.
El precedente del nacimiento del Rally de Argentina se encuentra en dos eventos organizados por el AutomóvilClub Argentino que fueron fiscalizados por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA): el Rally Vuelta a América del Sur en 1978 y el Rally Codasur, en 1979. Los resultados obtenidos impulsaron el nacimiento del Rally de Argentina en 1980, el cual tuvo como primer ganador al alemán Walter Röhrl, a bordo de un Fiat 131 Abarth. Hannu Mikkola y Carlos Reutemann completaron el podio del rally corrido en la región de Tucumán y Catamarca ascendiendo la famosa Cuesta del Portezuelo en tierras catamarqueñas.
La carrera no se corrió en 1982, según se dice por la guerra de las islas Malvinas, y se retomó en 1983 pero en Bariloche. En 1984 se pasó a Córdoba, que desde entonces es la casa de la competencia, una tierra madre del rally en nuestro suelo. Era la época de los Audi Quattro, Hannu Mikkola y Stig Blomqvist. Luego llegó la era Lancia con el italiano Massimo “Miki” Biasion ganando en 1986 y 1987, el grandioso Jorge Recalde que ttras su segundo puesto del 87 venció en 1988, el sueco Mikael Ericsson y de nuevo Biasion en 1990. El del 86 fue el último del famoso y no muy bien recordado Grupo B, con una definición de 24 segundos entre Biasion y el finlandés Markku Alen, también con Lancia.
En 1992 la prueba volvió a Tucumán y fue muy desorganizada, incluso con incidentes. Una década de cambios, otros autos, otros apellidos y mucha más paridad: Célica, Lancer Evolution, Subaru Impreza, Sainz, Auriol, Makinen, Kankkunen. Recalde igualmente se dio el gusto de volver a ganar en 1995, en una edición rara ya que se computó sólo para el Campeonato 2 Litros paralelo.
Los 2000 vieron la lucha de Ford y Peugeot, Sainz, McRae y Gronholm, y también a Richard Burns con el Impreza. Hasta la mitad de la década hubo atracción, hasta que llegó el huracán Sebastien Loeb y se llevó todas las carreras hasta 2013 con Citroen Xsara, el C4 y el DS 3. Salvo la de 2010, puntuable para el Desafío Intercontinental donde no corrieron los grandes. La primera decena del nuevo milenio también tuvo la novedad del superespecial en estadios de fútbol, en 2006 en el Olímpico de Córdoba y en 2007 en River, una carrera con lío ya que una tormenta eléctrica hizo suspender la primera etapa y postergó el viaje de los pilotos a Córdoba. Las últimas dos ediciones fueron para el finlandés Jari-Matti Latvala (VW Polo) en 2014 y el inblés Chris Meeke (DS 3) en 2015. Veremos quién sube a la rampa del Kempes este domingo, cuando el Rally de Argentina cumpla 36 años de vida. Una vida tan pasional y a fondo como el mismo rally.
El precedente del nacimiento del Rally de Argentina se encuentra en dos eventos organizados por el AutomóvilClub Argentino que fueron fiscalizados por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA): el Rally Vuelta a América del Sur en 1978 y el Rally Codasur, en 1979. Los resultados obtenidos impulsaron el nacimiento del Rally de Argentina en 1980, el cual tuvo como primer ganador al alemán Walter Röhrl, a bordo de un Fiat 131 Abarth. Hannu Mikkola y Carlos Reutemann completaron el podio del rally corrido en la región de Tucumán y Catamarca ascendiendo la famosa Cuesta del Portezuelo en tierras catamarqueñas.
La carrera no se corrió en 1982, según se dice por la guerra de las islas Malvinas, y se retomó en 1983 pero en Bariloche. En 1984 se pasó a Córdoba, que desde entonces es la casa de la competencia, una tierra madre del rally en nuestro suelo. Era la época de los Audi Quattro, Hannu Mikkola y Stig Blomqvist. Luego llegó la era Lancia con el italiano Massimo “Miki” Biasion ganando en 1986 y 1987, el grandioso Jorge Recalde que ttras su segundo puesto del 87 venció en 1988, el sueco Mikael Ericsson y de nuevo Biasion en 1990. El del 86 fue el último del famoso y no muy bien recordado Grupo B, con una definición de 24 segundos entre Biasion y el finlandés Markku Alen, también con Lancia.
En 1992 la prueba volvió a Tucumán y fue muy desorganizada, incluso con incidentes. Una década de cambios, otros autos, otros apellidos y mucha más paridad: Célica, Lancer Evolution, Subaru Impreza, Sainz, Auriol, Makinen, Kankkunen. Recalde igualmente se dio el gusto de volver a ganar en 1995, en una edición rara ya que se computó sólo para el Campeonato 2 Litros paralelo.
Los 2000 vieron la lucha de Ford y Peugeot, Sainz, McRae y Gronholm, y también a Richard Burns con el Impreza. Hasta la mitad de la década hubo atracción, hasta que llegó el huracán Sebastien Loeb y se llevó todas las carreras hasta 2013 con Citroen Xsara, el C4 y el DS 3. Salvo la de 2010, puntuable para el Desafío Intercontinental donde no corrieron los grandes. La primera decena del nuevo milenio también tuvo la novedad del superespecial en estadios de fútbol, en 2006 en el Olímpico de Córdoba y en 2007 en River, una carrera con lío ya que una tormenta eléctrica hizo suspender la primera etapa y postergó el viaje de los pilotos a Córdoba. Las últimas dos ediciones fueron para el finlandés Jari-Matti Latvala (VW Polo) en 2014 y el inblés Chris Meeke (DS 3) en 2015. Veremos quién sube a la rampa del Kempes este domingo, cuando el Rally de Argentina cumpla 36 años de vida. Una vida tan pasional y a fondo como el mismo rally.
RECORDANDO EL 86: LÁSER 102, ÍCONO DE MI ADOLESCENCIA
Audios de aquel tiempo imborrable
La radio del año y la primera que escuché con atención. Con ella en el stereo del auto iba a todos lados, sobre todo los sábados a la mañana. Y allí conocí los grandes temas que marcaron mi vida de entonces, como Higher love, Running Up that Hill, This is the Time, los de Sting y otros. De gran potencia, nivel y buena publicidad (5 minutos por hora), Laser fue una gloria del 86.
lunes, 18 de abril de 2016
MARAVILLAS ASÍ ES LA VIDA: QUEBRADA DE HUMAHUACA
Video de la increíble quebrada
La quebrada de Humahuaca es un profundo y angosto surco de origen tectónico-fluvial ubicado íntegramente en la provincia de Jujuy,en el norte argentino. Comienza a 39 kilómetros de San Salvador de Jujuy, por la Ruta Nacional Nº9, y abarca unos 170 kilómetros de valles y montañas trazadas de sur a norte.
La quebrada está recorrida por el río Grande,subafluente del río Paraguay. Pertenece a la subregión de la Cordillera Oriental,y se encuentra limitada por dos cordones: el occidental y el oriental. Presenta un marcado rumbo norte-sur, siendo cada vez mayor la altura hacia el norte. Por esto se la considera una vía de acceso natural hacia el Altiplano,función con la que fue utilizada desde tiempos precolombinos.
Es una zona árida de belleza paisajística y rica en patrimonio cultural, que se evidencia en las localidades que la jalonan de sur a norte: Bárcena, Volcán, Purmamarca –donde se destaca el Cerro de los Siete Colores–, Maimará,Tilcara -donde se encuentra el Pucará de nombre homónimo-, Perchel, Huacalera, Uquía, Humahuaca y Tres Cruces. Las condiciones climáticas hacen que el invierno, fresco y seco, sea la estación ideal para visitarla. Por el suroeste y por el sur, la Quebrada de Humahuaca desciende en altitud y se relaciona a través de valles intermedios como el de Lerma,con la Quebrada del Toro que desciende desde el Oeste (es decir desde el Altiplano) y con los también célebres Valles Calchaquíes. Las sierras presentan distintas tonalidades de acuerdo con los minerales que las conforman. Ese paisaje se encuentra entre los 2.000 y 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar, y tiene una franja de 13 kilómetros de ancho regada, en tiempos de deshielo, por el Río Grande, fresco y caudaloso.
Volcán es el primer pueblito de la Quebrada, desde San Salvador de Jujuy. Más adelante está Tumbaya,a 2094 metros de altura, con su capilla del siglo XVIII y un manantial donde, según la leyenda, bebió San Francisco Solano.
La feria artesanal de Purmamarca, el museo de historia nacional construido en 1772 en Posta de Hornillos y los carnavales de Maimará,son otras de las atracciones de este lugar.
En Tilcara se revive la tradición aborigen, con la presencia de la fortaleza de Viltipoco, último cacique de la tribu de los Omaguacas,que ofrecieron tenaz resistencia a la colonización española.
En Huacalera,un monolito indica el cruce del Trópico de Capricornio y luego aparece ante los ojos del viajero el pueblo de Humahuaca, con sus casas de adobe, callejuelas estrechas y empedradas y la iglesia con sus cuadros de la escuela de Cuzco, Perú.
Entre sus atracciones culturales se encuentra el Pucará de Tilcara, una fortificación que los aborígenes construyeron en la cima de una montaña, desdedonde se domina el valle y los caminos de acceso.
La Quebrada de Humahuaca había sido declarada Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad en julio de 2003 por la Unesco,por ser una combinación de maravillosos paisajes, los numerosos caseríos, pueblos y ciudades que conservan muchos vestigios precolombinos y coloniales,como así también su milenaria cultura omaguaca. También hay sitios como el paraje de «Inca Cueva» (nombre relativamente moderno) donde se hallaron señales (petroglifos,piedras talladas, etc.) cuya antigüedad se estima en 10 milenios.
En la Quebrada de Humahuaca, todavía existen los quechuas descendientes de los antiguos pobladores, autodenominados pueblos originarios, y habitan coexistiendo con la naturaleza, la PachaMama (Madre Tierra), el dios del trueno, el rayo y todos los seres vivos a los cuales respetan. Gracias a que mantuvieron su cultura pese a que los invasores Incas intentaron convertirles en servidores de la suya del dios del Sol. Fue escenario de muchos combates librados durante la guerra de la Independencia y durante la guerra ante la invasión de la confederación Peruano-Boliviana.
Fuentes: Wikipedia y Argentinaxplora
domingo, 17 de abril de 2016
DOMINGO, DESAYUNO EN LA CAMA
Muchos dicen que no les gusta desayunar en la cama, salvo que estén enfermos. Sobre gustos no hay nada escrito, claro. Para mí, es una de las cosas más románticas que hay, tan cultor que soy del romanticismo. Que un domingo a la mañana, el día del reposo, el momento justo para el matrimonio, la familia, el hombre le lleve a su mujer el desayuno a la cama es algo maravilloso, una muestra grande de amor. Y lo mismo si alguien querido te lo lleva a vos o, por supuesto, viceversa. Preparar la leche (o el mate), las tostadas, las facturas, la bandeja,el buen día, el despertar, el beso cariñoso. Es que el domingo a la mañana todo se transforma, por algo es el día que hizo el Señor. Un día mágico, como mágico es el sábado a la noche. Y el del desayuno es un momento, para mí al menos, de amor, aunque no necesariamente sentimental. Otra costumbre de domingo, de esas costumbres medio perdidas en el cajón del 4G, 7H, CJS22A y qué sé yo qué otras alimañas materiales. Rescatémosla, porque como las otras y como todas, es muy valorable.
sábado, 16 de abril de 2016
SANDWICHES DE FIAMBRE, TÍPICOS DEL SÁBADO
Así como la pizza los viernes, mucha gente como yo tiene la tradición de que los sábados a la noche se cena sándwiches de fiambre. Rápidos, fáciles, frescos, ricos, los sandwichitos son una cena distinta, agradable, y no dejan de ser una buena alternativa, no sólo una comida rápida sino una delicia, ya que no tienen que quedarse en el jamón y queso, sino probar en ellos otros fiambres como salame o mortadela y otras cosas como huevo, tomate y por supuesto mayonesa. Si es una vez a la semana, como en este caso el sábado, comer fiambre es bueno, y por más que engorde, para algunos es tanto una tradición como un disfrute.
EL ALCOHOL NO ES DIVERSIÓN, ES MUERTE
Amados lectores, ustedes ya conocen (y si no les cuento) que Así Es La Vida se pone del lado del buen camino, de la claridad, de las buenas costumbres. No quiero ser moralista, no es mi intención criticonear, sino marcar cuál es el camino correcto. Y el camino correcto es el contrario al que buena parte de la sociedad nos quiere llevar, o por lo menos tentar. Esto de los pibes fallecidos en una fiesta electrónica, causa de oscuridad y locura, es tremendo. ¿Cómo puede el alcohol ser diversión, pasatiempo, onda? Y peor, las drogas. Ambas cosas causaron la muerte a estos chicos, que no tomaron conciencia de lo que estaban haciendo y en qué se metían. Porque promediaban los 20 y pico de años, deberían haber sabido por dónde caminar. Y si no, sus familiares deberían alertarlos y, si no hacen caso, perseguirlos (en el buen sentido del verbo) para evitar una tragedia como la que en este momento lamentamos. Eso, lamentable, que las porquerías ensucien una salida, una diversión, que la gente tome el maldito alcohol como una costumbre y no como un simple gusto. Y después vemos lo que vemos. Mi intención, repito, es marcar lo que veo mal y cómo podemos ir por buen camino. Como si fuera tan difícil.
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