NO TE ENAMORES DE AQUEL MARINERO BANGLADESHÍ

El famoso tema de Los Abuelos

A principios de los 80, Los Abuelos de la Nada empezaron a gestarse como un referente de la música nacional moderna, para no encasillar a todo en el rock. El tema No te enamores nunca de aquel marinero bengalí fue el corte 1 de su álbum debut, del mismo nombre del grupo. En pleno éxito, el inolvidable Miguel Abuelo y su danda lejos estaban de saber que el título del tema estaba incorrecto, sólo por el gentilicio. Porque investigando con mi equipo biólógo, descubro que los nacidos en Bangladesh (sur de Asia, pegado a India) no son "bengalíes" sino "bangladeshíes", según lo acepta y dispone la Real Academia española (RAE). El bengalí sí es el idioma hablado en uno de los países más poblados y pobres del mundo. Incluso he escrito aquí de un "bengalí" amigo de Marcelinho, mi amigo de Tribunero.com donde trabajo. Pues bien, tanto los Abuelos como yo y todos, salvo en España, recién nos enteramos la buena nueva. Así que, chicas, ya saben: no se enamoren de ningún marinero bengalí, pero si aparece un bangladeshí, ahí tírenle onda nomás.

HISTORIAS DE INFANCIA: LA CALLE ME LLAMABA LA ATENCIÓN

En 1977, con cuatro añitos, todo me llamaba la atención, como fui siempre pero más, así en las cosas más nimmias. Por ejemplo carteles publicitarios en las calles o toda rareza que encontrara en el trazado urbano. Una era Alcántara, empresa de pintura ubicada en avenida San Lorenzo, volviendo desde Panamericana para casa. Y su cartel ovalado naranja con letras negras me llamaba la atención cuando pasaba con el auto, como otro cartel de EWP Volcán y unos palos verdes claro delante de un negocio.

OSITO PARA TENISTA POR SER CAMPEONA

Sabine Appelmans fue una tenista belga que anduvo con regulares actuaciones en el circuito de la WTA, donde alcanzó el puesto 16 del ránking en 1997 y ganó 7 torneos de singles y 4 de dobles. Pero ningún libro parece contar esta simpática historia que Así Es La Vida rescata. En uno de esos títulos individuales, Sabine recibió no sólo un cheque con el premio en dinero correspondiente, sino unas flores y hasta un osito de peluche. No sé si era la costumbre del torneo, lo cierto es que fue una imagen muy tierna y de lo más colorida. Quizá haya pasado a la historia por el osito y no por ganar unos pocos torneos intrascendentes de tenis.

HOY ES EL DÍA DEL BASTÓN VERDE DE BAJA VISIÓN

Curiosa y muy buena noticia me vine a enterar esta mañana, cuando esperaba al médico y un señor me lo comentó amablemente. Este jueves 26 se celebra en el país el Día del Bastón Verde, elemento que permite a las personas con poca visión transitar, no sólo caminar, sino también moverse en la sociedad, ser respetados y hasta apreciados como en mi caso. El verde, contrariamente a lo que muchos creen, es bien conocido por la gente, pero aún hay quienes me preguntan. Se diferencia del blanco porque éste es para ciegos. Pero ojo, que según la profesora Alicia del Instituto Bignone, donde yo siempre ando, no tiene por qué tener un color identificatorio, alguna vez ella me mostró uno plateado y rojo, por ejemplo.

Bueno, sea como fuere, por la ley 25.682 el uso del bastón verde es adoptado en todo el territorio argentino. Y se estipula este día en su memoria y conciencia. Yo igual voy por más: que se sancione y se haga el Día de las veredas arregladas, el Día de las veredas sin autos, el Día de las Paredes sin cajones, objetos ni motos de gran porte. Y más, el Día de que las personas que van de frente a vos no te choquen. Sí, si vamos a incluir, hagámosla bien.

MARAVILLAS ASÍ ES LA VIDA: EL KIWI, FRUTA Y PÁJARO

Regresamos tras meses a esta hermosa sección de nuestro humilde blog, que trata de potenciar todo aquello que nos enriquece, no sólo cosas físicas. Los argentinos conocemos y nombramos al kiwi como fruta, hasta hay un club de fútbol, Sarmiento de Junín, que por el color verde de su camiseta (el de la fruta) lleva ese apodo. La misma es originaria de China y fue introducida en Nueva Zelanda en 1904. Pero hay otro significado, y, sí, también neocelandés.

Curiosa coincidencia, el kiwi es un ave no voladora, chiquita, denominada en su nombre científico "apterix". Y se lo encuentra en Nueva Zelanda, recordemos pegado a Australia, allá en Oceanía, en la punta derecha del planisferio. Justamente, al equipo nacional de fútbol se lo llama "los Kiwis". Una fruta y un pájaro, ambos en Nueva Zelanda, curiosidad y no tanto, otras dos maravillas del hombre. Aunque nosotros conocemos una sola.

MI CANCIÓN DE PRIMAVERA

Gente, llegó otra Feliz Primavera, así, con mayúscula en sus iniciales, como debe ser. Y Así Es La Vida no se la quería perder. Por eso, aquí pueden escuchar Bella Chica de Septiembre, la canción que en 2009 compuse que, si bien no fue creada para el momento, yo considero mi canción de primavera, que además la nombra en la letra, lo mismo que las flores y, obvio, la protagonista principal, la mujer, la primavera personificada. Ahí va, que la disfruten igual que la primavera, esa estación donde todo es hermoso.

HISTORIAS DE INFANCIA: VIAJE A ESCOBAR

Esa gloriosa primera década 80 iba con mis viejos a Escobar, esa hermosa localidad a kilómetros del centro de Buenos Aires, conocida por su Fiesta de la Flor y sus espacios de recreación y gastronomía, por ejemplo Temaiquén. Pero aquí detallo cómo entre 1982 y 1985, entre mis 9 y 12 añitos, viví aquellos viajes bajo, generalmente, un radiante domingo de sol.

VIVERO SAWATANI

El hermoso y amplio vivero de Escobar, una excursión inolvidable. Me gustaba recorrer el lugar con techo transparente que dejaba pasar la luz solar, viendo las distintas clases de plantas y flores que tenían un cartel con su nombre y especificaciones. Allí compramos una tarde el recordado sauce eléctrico que adornó el fondo de mi casa natal de Ramón Castro por años. El vivero formaba parte de esa preciosa zona del restaurante Don Pedro y la hostería El Cazador. Un paseo increíble.

Don Pedro

Un típico restaurante de la zona, cuya especialidad era el pollo al barro que comimos. En general no me gustó.

Hostería El Cazador

Un amplio local con grandes ventanales que dejaban entrar el sol, rodeado de arboleda y naturaleza en una zona agreste. Tenía platos con el logotipo del restaurante. Allí almorcé una vez cuando fui con mi abuelo, mi abuela y su amiga Porota Alsogaray, con quien esa vez me reí como loco.