domingo, 25 de diciembre de 2016

MARAVILLAS ASÍ ES LA VIDA: JESÚS

Buen domingo, muy Feliz Navidad para todos mis amados lectores. Llegó otro 25 de diciembre, y Jesús, el gran protagonista, el cumpleañero, se merece una nota en éste, de alguna forma su blog, parte de su mundo. Y qué mejor que en esta linda sección que he creado este 2016 de Maravillas Así Es La Vida. Porque Él es no sólo un Dios, sino una verdadera maravilla de la creación.

Por supuesto que también alabamos a su Madre, Nuestra Madre María, la gloriosa Virgen, que lo trajo aquella noche agitada de Belén, con tanto lío, con tan pocos recursos, lo peor, casi en medio de la indiferencia. Y Jesús, Dios, fue entonces un nene envuelto en pobres pañales, y acostado, en lugar de una cuna moderna, un hospital de última ultratecnología, acostado en un comedero de animales. Así nos vino, nos nació ese nene humildísimo, el que hoy, 2016 años después, nos cobija, bendice, cuida, mima, soporta nuestras locuras con y por amor. Como lo ha hecho maravillosamente con migo este año, como lo hizo en mis durísimos años anteriores, conteniéndome con su inigualable amor. Porque Jesús, contrariamente a lo que las películas nos muestran, es el amor. Es cariñoso, es dulce, es misericordioso. Yo lo experimenté, así que se los paso. Por eso, y por todo lo que hizo por nosotros, quienes encima ni reparamos en Él, es una verdadera maravilla.

¿Por qué el 25 de diciembre es el cumple de Jesús? Mi ex compañero de coro en Carapachay César me contó en 2002 lo que se sabe. Sin recurrir a Wikipedia, me contaba que el 25 de diciembre en Europa, el hemisferio norte, se produce el solsticio de invierno. Y como a Jesús se lo relaciona con la luz más brillante, se instituyó esa fecha, también en nuestro hemisferio sur, aunque nosotros nada que ver. Más allá de eso, Jesús es nuestro Salvador, nuestro mediador ante Dios Padre, nuestro Dios, nuestra conexión a la próxima vida. Porque seamos o no creyentes, sabemos que la vida empieza acá pero no termina en este loco mundo. Pero, sobre todas las cosas, Jesús, aquel nene de los pobres pañales, es nuestro abrigo donde, cuando y como quiera que estemos. Por eso, la gloria, el amor y los regalos para Él. El Emanuel, el Dios con nosotros.



No hay comentarios:

Publicar un comentario