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martes, 22 de septiembre de 2020

HAY OTRAS PANDEMIAS, Y NO DE SALUD

Sí, ya sabemos de la pandemia de este innnombrable. Ya lo explicamos, historiamos, contamos curiosidades, nos falta ser infectólogos nada más. Pero ojo, porque hay otras pandemias en este momento y nadie les presta atención, o sí y no les hacen caso como ésta. ¿Cuáles? No son estas nuevas que dicen vienen de China. Son las de la insociedad en la que vivimos. La mala educación en todo sentido, no sólo de la casa o la escuela. La falta de amor verdadero, lo vemos en tanto divorcio, en estas parejas malavenidas, en esta gentuza que las forma. Esos amiguitos que se borran, que son re simpáticos y luego se mandan a mudar, y lo peor sin razón. La confrontación permanente, ya la grieta dejó de ser política, ahora es rubias o morochas, pop o rock, crudo o cocido, todo. Y mil miserias sociales más, que siempre señalamos y no nos cansaremos de hacerlo. Que la economía o el cepo p ueden serlo, también. Pero con nuestro mal vivir, y quedó expuesto esta cuarentena, estamos esparciendo virus por todos lados. Esos virus que tienen vacuna, no la de Oxford, la de nuestra propia alma, pero no la aplicamos. Por eso, estas otras pandemias también existen. Y vaya si son contagiosas.

lunes, 21 de septiembre de 2020

FELIZ PRIMAVERA... EN EL HEMISFERIO SUR

Feliz Primavera para todos, especialmente para las más bellas flores, las mujeres. Ya hemos escrito sobre la bondad de esta preciosa estación que algunos se atreven a denostar con el simplismo de la alergia. Yo correría una letra a esa palabra y cambiaría alergia por alegría. El asunto es que todo muy lindo, las flores, los pajaritos como decía nuestro gran cómico Mario Sánchez, pero la primavera ahora es aquí, en Sudamérica y en Australia y Nueva Zelanda, en todo lo que abarca una de las dos mitades de la Tierrra, el hemisferio Sur, el de abajo, el de arriba es el Norte. Justamente, en el Norte es hoy otoño, el llamado boreal, en contra a lo austral que es donde vivimos nosotros. Así que, resumiendo resumidamente, feliz primavera para esta mitad de la Tierra. La otra deberá esperar para el saludo hasta marzo, es decir, hasta nuestro otoño.

jueves, 17 de septiembre de 2020

¿CUANTAS MUJERES DE VERDAD HAY?

Atentos, bien atentos con esto. Por favor no sean mal pensados de arranque, no tengo nada contra las mujeres ni contra los travestis o transexuales. A lo que voy es que las damas han perdido por completo su ser damas,, es decir, su delicadeza, su tranquilidad, su modo, hasta da la sensación su feminidad. Con esto del feminismo, el aborto, ese insoportable "nosotras" con el que creen regir el mundo cual emperatrices, se han perdido. Es una de las razones por las que los amores hoy fracasan, lo digo desde mi posición de hombre, repito nada contra ellas porque sí. Muchas se visten mal, no tienen conducta, no saben dirigirse, no saben amar, poseen a uno en lugar de compartir con él, hasta le tienden trampas como me ha pasado. Ojo, no sólo a mí, a muchos, claro que no a todos. Por eso la pregunta del título. Cuántas personas del sexo femenino son realmente mujeres, apreciables, agradables, más allá de su edad y demás, y ccuántas son gente tóxica, libertinas, locas, y de ahí para arriba. Bueno, es lógico que son parte de la insociedad en la que vivimos. Pero realmente, más allá de tirar el tema como hombre, es una pena que la mujer se haya degradado.

martes, 15 de septiembre de 2020

¿SOMOS UNA MAQUINA?

Allá por los años 90, creo un verano, escuchaba una propaganda de aceite, ni recuerdo la marca, que decía "aunque parezca mentira, el hombre es la máquina más perfecta del universo". ME quedó en el incosnciente cerebral de tal forma, que me lo pregunto y lo pregunto hoy. ¿Somos los seres humanos una máquina? Seguro que hay dos respuestas, sí y no, tal vez haya un "no sabe no contesta". Bueno, todo es según cómom se lo vea, como siempre. Por nuestro intrincado organismo, por nuestra capacidad de absorción de información de lo que sea, yo sostengo que sí, no un sí categórico, no soy científico, pero esa es mi postura. Otros dirán que no, somos humanos, no robots, entonces no podemos ser así considerados. Una tercera corriente dirá que mitad y mitad, somos máquinas por lo que yo sostengo pero con alma, con sentimientos. También está el pensar, bajo emoción, que uno es una máquina cuando se exige más de lo que debería. Creo que tenemos mucho de maquinaria, tantas piecitas y piezas (aunque no se llamen piezas), que hacemos funcionar bastante a fondo, a tono con el ritmo de vida de este siglo XXI. Para pensar, debatir y charlar. No para volverse locos, que quizá no seamos máquinas.

jueves, 10 de septiembre de 2020

EL DIARIO, ¿MEJOR PARA INFORMARSE?

Hace poco vivimos los 100 años de la radio con enorme alegría, ponderando todas sus bondades. Tenemos a ella, la TV y los diarios, de papel o los de ahora digitales, como principales medios de información, sacando, claro, las cada vez más expandidas redes sociales. Dice el dicho que sobre gustos no hay nada escrito. Pero es interesante debatir cuál es el mejor camino para estar enterado de lo que pasa, con todo el lío que corre aparte del coronavirus. Como hombre de la comunicación, de los medios, me da la impresión de que lo gráfico es lo más adecuado, especialmente en su forma web, 24 horas actualizando información. La radio y la tele también, sí, pero en este momento, lo digo con conocimiento, no sólo están muy bajos sino que no ofrecen la variedad que sí el diario. El que además cuenta la ventaja de poder fijar más las noticias en la mente, cosa que en los medios orales es muy difícil, más como se habla hoy, sin prolijidad, casi no hay diferencia entre el comunicar y estar en una casa. Alguno dirá que el diario no se cambia como un dial o un canal, bueno, si no te gusta comprás otro y listo. Es cierto, la mediocridad y lo militante alcanza a todos. Más allá de actualidades molestas, da la sensación de que el diario es lo mejor. Como siempre, ustedes eligen.

martes, 8 de septiembre de 2020

DOCE MIL CONTAGIOS: ARGENTINA, UNA FIESTA NADA FELIZ

Con bronca, peor, con dolor ajeno, hemos visto cómo la insociedad en la que vivimos pisoteó todo protocolo este último fin de semana en los cafés al aire libre. Y cómo desde estos días los casos positivos de coronavirus en el país sobrepasaron fácilmente los 12.000. Qué más agregar a tanto que hemos protestado, que nadie respeta, que la insociedad, que el pensar en el otro, que los pobres de la salud, que el Gobierno buscando soluciones, que la vacuna sí o no, que la curva, que el pico. Hay una sola realidad: Argentina es una fiesta, pero no una alegre, sana, feliz. Es una fiesta nefasta, como ésa de los 90, para unos pocos, bueno, ahora para muchos. Muchos tarados que nada cuidan y por los cuales pagamos justos por pecadores. He ido a Munro y Olivos, he pasado por mi Carapachay, viajo en colectivo. La ciudad es como si nada, llena de autos y gente. Y, en muchos casos, de gente representante del maldito "qué me importa". O como estos basuras de la quema de barbijos. Sí viejo, no nos arreglamos más. Porque nuestra idiotasincrasia así nos lo manda. Sigan así, lástima por las vidas perdidas. Y porque los buenos queremos vivir bien.

miércoles, 2 de septiembre de 2020

DEMOSLE VALOR A LO ESENCIAL

En aquella preciosura que fue El Principito estaba aquella gran frase "lo esencial es invisible a los ojos". Un visionario su escritor, el francés Antoine de Saint-Exupery, porque la frase es muy para estos tiempos. Porque a tantos años transcurridos de la novelita, el mundo, que somos nosotros, sigue soslayando, mirando de reojo lo esencial. Por ejemplo en esta maldita cuarentena, porque no niego que es maldita, pero se ve que no sabemos bancarla como es debido, con paciencia, inteligencia, sabiduría. Porque antes que cuidarnos de esta porquería (que recordemos es mortal) preferimos ir a tomar café o mate, salir pegados, ser irresponsables. No critico a quienes quieren salir a trabajar, por Dios. Sí a los que protestan por no reunirse, no jugar fútbol, que piden protocolo para cualquier cosa. A los que no saben convvivir en familia, en grupo. A los que las quieren todas.

Eso, lo esencial no son todas. ¿Qué es lo esencial? Lo que realmente hace falta, no todo, no lo secundario. Esta semana tuve albañiles en casa y si bien me pude bañar o cocinar, me fastidié y estuve incómodo. Ahí pensé: bueno, lo esencial, una ducha, un techo, una comida. No todos, desgraciadamente, tienen esa bendición. Entonces valoré lo esencial. Ahora que todo está terminado, ah, sí, ahora sabés cómo lo disfruto. Pero valoremos lo que importa. Lo vital. Lo necesario, la necesidad, no lo que creemos necesidad. Lo demás, bienvenido sea. Y si no, tenemos lo que tenemos, que es mucho.

martes, 25 de agosto de 2020

BURBUJA, LA NUEVA DEL COVID

Desde marzo con la pandemia de coronavirus, los argentinos nos hemos acostumbrado a una nueva terminología, entonces rara pero con tanta repetición ya clásica. Primero conocimos el coronavirus, que veíamos de lejos con indiferencia. Cuando tocó acá, empezamos con la cuarentena, primero la optativa (¿se acuerdan la optativa?, una semanita), luego la que pasamos hoy, la obligatoria. Entonces se nos recomendó el distanciamiento social y el barbijo. Luego se habló del sexting o sexo virtual. Después, la curva de contagio y el famoso pico de la pandemia que recién ahora nos pega. Empezamos con el AMBA, abreviatura jamás usada para el aglomerado Buenos Aires Provincia y Ciudad. Con los meses hablamos de flexibilización o desconfinamiento. Ahora el virus se llama Covid en lugar de coronavirus. Y ahora, al diccionario pandémico agregamos burbuja. Que no es la de un champagne o de gaseosa, es la sanitaria, es decir, un espacio con acceso restringido para evitar contagios. Clubes deportivos, como el fútbol, ahora se hospedan en burbujas. Muy pintoresco. Ahora, la irresponsabilidad de la insociedad, la desobediencia, las dudas de los gobiernos, la impaciencia pública, eso no varió nunca. Igual que el bombardeo mediático, peor que el de una guerra, que a veces nos destruye como aquélla. Claro, la burbuja suena más lindo. Pero los demás términos siguen siendo pandemia.

jueves, 13 de agosto de 2020

LA VACUNA VA BIEN, PERO PAREMOS

Este miércoles ha sido un día grande en la vida de la Argentina y de este 2020 de coronavirus, cuando el presidente Alberto Fernández anunció que el país producirá junto a México la vacuna de la Universidad de Oxford (Inglaterra) contra el coronavirus. En un convenio con una empresa británica, se llegó a un acuerdo que nos enorgullece. Pero ojo, mucho ojo, tanto como el que hay que tener con el maldito virus. La vacuna aún no está probada, va bien pero le falta. Afirman que andaría bien tras pruebas iniciales, todo bárbaro. Pero no cantemos victoria, porque aún no es realidad, ni ella ni la fecha de su lanzamiento. Menos cuando ya tenemos en el AMBA (Area Metropolitana de Buenos Aires) un duro promedio de 7000 contagios por día. Menos hay que festejar ya que hay fallecidos, hay enfermos, hay líos en centros de salud. Y encima, insectos que van juntos o se reúnen en la calle alegremente como si todo estuviera normal. Y encima, estos mal educados que abren negocios a toda costa sin medir consecuencias. Bueno, cuándo nos importó el otro en Argentina. Por todo esto, sigamos firmes en esta lucha. Esa es la única vacuna segura. Por lo menos por ahora.

miércoles, 12 de agosto de 2020

QUIEN DIRIA: FANATISMO POR CLUBES EUROPEOS

En cualquier momento de nuestras vidas se nos pregunta de qué club somos hinchas, por interés futbolero o para descubrirnos cómo somos. Y por ejemplo en Argentina somos de Boca, River, un grande, uno del interior, un modesto o uno del ascenso. En Uruguay que son de Peñarol, Nacional u otros de Primera o divisiones siguientes. Los brasileños contestarán que son de Flamengo, Corinthians o tantos otros. Pero claro, ante el vacío competitivo de Sudamérica, que se va recién ahora llenando, parece que la vida ha cambiado tanto que ahora nos fanatizamos con la Champions League, Europa, Barcelona, Inter, París Saint Germain (no PSG), Bayern Munich y demás.

Entre el vacío citado y el empuje de los medios, ahora los hinchas parecen mirar más allá de su equipo y su país, hasta su continente. Quién piensa ahora en los ídolos de cada fin de semana, un Tévez, un Nacho Fernández, un Scocco. . Dónde habrá quedado la costumbre del banderín de "mi club" en la pieza. De la camiseta, de la radio, ahora de la tecnología aplicada a la pasión doméstica. Tal vez no buscamos comer el "choripán" (sandwich de chorizo) o la hamburguesa.

Ahora pensamos en Neymar, Lewandowski, Mbappé, claro los argentinos pero europeizados, Messi, Di María, Agüero. Ahora en el café parece que es más disfrutable hablar de cómo viene el Barcelona ante el Bayern o si Atalanta jugó bien, o quién fue la figura en el París. Ahora nos volvemos locos por la casaca de tal o cual europeo, hasta la suplente. No sea que hasta dejemos el choripán y comamos algún delicado plato del Viejo Mundo, o en vez de ver los partidos con el mate lo hagamos con champagne francés. Hasta los caóticos, desprolijos periodistas de radio, sin respeto por los oyentes, se trenzan en discusiones inútiles y molestas, que vos sos de Guardiola, que vos de Mourinho, que a vos te gusta Bielsa y a vos tal otro.

¿Tan importante es la Champions League y el balompié europeo que nos superan? ¿O es que la tan mentada globalización además nos hace europeos? Es cierto que no parecen los torneos de aquí más grandes que la prestigiosa Champions, indudable certamen de jerarquía e historia más allá de nombres. Pero quizá estamos perdiendo identidad futbolera. Quizá los éxitos del otro lado y los fracasos de acá, como en el Mundial de Rusia 2018, nos arrastran hacia allí. Quizá es simplemente un vivir más de la pasión que nos llena. Simplemente una curiosidad. Pero no cambiemos tanto de rumbo, a ver si perdemos la memoria y creemos que Boca y River son equipos chicos de alguna islita del Caribe.

domingo, 9 de agosto de 2020

¿TENDREMOS VERANO?

En relación a la entrada de más abajo sobre si habrá Rally Dakar, en realidad hay que preguntarse más allá de eso si habrá verano. Como haber sí por el ciclo lógico de la vida. Nos referimos al de la vacación, los eventos, el turismo, la espectacular vida veraniega que año a año vivimos en Así Es La Vida con la intensidad que merece. Todos quienes viven del verano y con él están más que preocupados y llenos de incertidumbre. Si hoy la pandemia de coronavirus no se sabe para dónde va, sobre todo acá en Argentina, mejor ni pensar en cuatro o cinco meses. Los hoteles, restaurantes, paradores, teatros, cines, comercios ya están perdiendo dinero a lo loco, aunque alguna libertad de la cuarentena y estos feriados largos están compensando según cuentan. Lo mismo les pasa a artistas, deportistas, veraneantes y quienes dan contenido al verano. Los primeros por su trabajo, los últimos por tener que perderse en teoría la playa o al menos el cambio de hábitat. A todo esto, quién sabe si la economía devastada del país dará para viajar. Ah: viajar, otro chiquito gran asunto, líneas aéreas, ferroviarias, micros la tienen complicada con restricciones de todo tipo. Un lío como este tiempo. E lverano no escaparía a él, no si no viene la bendita vacuna. Hoy en agosto ya lo esperamos y lo anhelamos. Y también lo dudamos.

viernes, 7 de agosto de 2020

NOSOTROS, ALLÁ LEJOS Y HACE TIEMPO...

Uno no tiene intención de vivir de recuerdos, aparte es imposible, lo que nos pasa es en presente por más que queramos viajar en el tiempo. Pero es interesante a veces mirar para atrás y repasar lo que hicimos. Porque surgen cosas buenas, obvio las malas a la basura. Una de esas buenas es jugar con pensamientos como el del título. Qué pasa si nos fijamos en cómo fue nuestra infancia, adolescencia, sobre todo los que somos de los 70 u 80. Qué lejos quedaron esas cosas hermosas de la vida. Algunas son presentes, como amistades, otras perduran en el alma aunque lejanas. Sucede que todo pasa tan rápido, y encima el presente de hoy no es el de 30 años atrás, que nos olvidamos de nuestros orígenes, nuestro origen, nuestro comienzo, más allá de haber sido bebés. No hay que entristecerse, pero (como me enseñaron en periodismo) la vida y el mundo no empezaron ayer. Está bueno, repito no para nostalgia, recordar cómo y qué fuimos. Allá lejos y hace tiempo, es igual.

SAN CAYETANO, ROCK, FUTBOL: TODO ON LINE

Con esta interminable pandemia de coronavirus 2020, nuestra vida cambió 360 grados. Tanto que hasta la grupal también. No sólo nosotros vivimos virtualmente, educación y trabajo a distancia, sino que grandes espectáculos y eventos se tuvieron y tienen que reconvertir. El famoso Cosquín Rock tendrá en el verano una increíble transmisión como estadio virtual para quienes lo sigan por Internet, que igual deberán pagarla y a lindo precio. El fútbol, como es público, será a puertas cerradas y en Europa se pasa por TV con sonido e imagen de hinchada espectacular. Y hoy, día de San Cayetano, esa gente que días antes acampaba cerca del santuario en el barrio de Liniers ahora debe quedarse en casa, más con la lluviecita de hoy, a verlo por TV o redes sociales, que por suerte dan una enorme mano. Que la tecnología nos invadió ya sabemos. Que el coronavirus nos inunda, también. Tanto, que nuestra vida, personal o no, es toda on line.

domingo, 2 de agosto de 2020

EL CHISTE CON EL COVID EN EL BAR LO DE CUNI

El bar Lo de Cuni, ahí en la calle Amador en Olivos, es un lugar que disfruté bastante hasta que arrancó la pandemia de coronavirus aquel ya lejano marzo de 2020. Días antes, en febrero, yo había ido como cada miércoles a almorzar antes de mi taller de canto. Del virus ya se sabía algo, sobre todo el comienzo del desastre en Italia, pero acá aún creíamos que era un asuntito chino. Tanto que ese mediodía de sol radiante, entró un tipo y saludó al barman con un irónico "!Coronavirus!" hacia él.

sábado, 1 de agosto de 2020

!DEJEMOS DE HABLAR DEL CORONAVIRUS!

Por supuesto que cada uno puede hacer lo que quiera de su vida. Escribir y hablar de lo que quiera. Pero no sé qué tenemos los argentinos que nos encanta, pareciera, tocar temas negativos, cualquiera sea su grado de lío. Hasta en cumpleaños la gente se pone a hablar de problemas, trabajo, pareja, ni te digo enfermedades. Pues bien, eso sucede ahora con el coronavirus, que desde marzo afecta pero que este invierno arrasa con casi 6000 contagios por día, aparte de los fallecidos. Y que nos estropea, empaña la vida con esta cuarentena y su aislamiento y demás. Bastante dolor, pena, fastidio, como para que encima se hable y hable del asunto. Lo poco que veo mi Facebok casi todos ponen cosas del tema. Sí, está en boga, maldito sea, hay que estar informados, más yo que soy periodista. Pero tampoco nos rompamos la cabeza, por favor. ¿No podemos contar algo lindo, ameno, divertido, alegre? No, todo malas. Así somos, así vivimos. Y como siempre, así estamos. Porque sin duda, el coronavirus nos afecta no sólo el cuerpo.

jueves, 30 de julio de 2020

TIPICA DE AHORA: NOMBRES ACORTADOS

Así como las muletillas (ver entrada de más abajo), otra curiosidad en nuestras relaciones cotidianas son el acortar los nombres de personas, especialmente de quienes les tenemos confianza. Eso fue siempre, es cierto, pero hoy es muchho más marcado. Ya no se acorta por ejemplo María Eugenia como Maru, ahora es Ma o Eu, no se sabe si es un acortativo o estás llamando a alguien. Así puede ser Ro por Rodrigo, Roberto o Roxana, Jaz por Jazmín, Zo por Zoe (!por una letrita!), Marti por Martín. A mí para no llamarme Diego, que no creo sea un nombre largo ni polaco, me dicen Die. O absurdos tipo Marta por Martín, no sabés si es hombre o mujer. Así es con todo, hoy todo tiene que ser ultrarrápido, tanto que hasta la identidad es bien corta. No sea que tanta rapidez haga que próximamente en el Registro Civil se anote un Die Martínez o un Ro Pérez.

QUÉ MAL QUEDAN LAS MULETILLAS

Empecemos por explicar qué es una muletilla antes de criticar su uso, a ver si creemos que es una prótesis más cortita especial. Una muletilla es una de esas palabritas o frasecitas sin contenido que decimos, me incluyo, cuando o estamos distraídos, o inseguros, o sólo por hábito incorporado automáticamente. Eso lo decimos y lo escuchamos todo el tiempo, de nosotros laburantes anónimos o hasta de famosos como el presidente Alberto Fernández. Ejemplos hay miles, recién leí varios ahí en Wikipedia y están buenísimos. Los que oigo y digo son "y bueno", "mirá", "esteee" (más yo cuando me trabo en radio), "pará", "dale", "viste" (a veces "vistes"), "qué hacés", "digamos" (otra re mía), "entendés", "así que", "o sea" (la de Maradona de pibe), el horripilante "nocierto", tremenda deformación gramatical, le sacás el verbo "es". A ellos agreguemos el argentinísimo "che" o el peor aún "boludo" para llamar a alguien, peor aún con una mujer con la que se tiene confianza, "escuchame boluda". Y también hay muletillas importadas, el "y nada" español que recuerdo haberlo escuchado por primera vez de Diego Simeone cuando aún jugaba en España. Interesante, termómetro de cómo hablamos, de nuestra cultura, lenguaje, personalidad, o tal vez nada que ver. Al menos para no repetirlas tanto, que quedan feas, che.

jueves, 23 de julio de 2020

SE PUEDE SALIR IGUAL DESPUÉS DE LAS 18

Con el frío y el como llamo "corazón del invierno" en auge, tendemos a meternos más que en nuestra casa y nuestra ropa, dentro de nosotros mismos. Tanto que nos aislamos (hablando en condiciones normales, ya sé del coronavirus) o no queremos salir mucho, sea al amanecer o a última hora de la tarde, dos momentos opuestos del día donde la temperatura decae, más si promedia los 11 grados. Y entonces, a ese atardecer lo descartamos. Como si fuéramos ancianos que lógicamente no salen, preferimos hacer todo trámite antes de que el sol diga hasta luego. Está perfecto, pero ¿qué pasa si tenemos que salir? Y bueno, salimos, dirá la mayoría. Se puede salir igual después de las seis, con el cielo azul oscuro, grisáceo o negro, con el viento frío. No perdamos de vivir una compra, una vuelta o un trote sólo porque por un par de meses hace menos de 10 grados. Abriguémonos bien y sigamos viviendo la vida. Que la estufita, el adentro, el café y la camita son divinos, cómo negarlo. Pero tampoco somos caracoles, somos seres para el exterior.

sábado, 18 de julio de 2020

AMIA: LOS 86 INOCENTES MERECEN FERIADO

Hoy debería ser feriado. Cuando tantas tonterías hay como feriados puente, el aniversario de un crimen de 86 personas, el de la AMIA, es para declarar el día desierto. Y no para hacer reuniones. Veintiséis años después hay memoria, pero no verdad y justicia. Mi abrazo a las víctimas, a quienes están allá arriba y a los que están entre nosotros.

jueves, 16 de julio de 2020

QUÉ ES SER PRAGMÁTICO

Muchas veces en el escuchar medios de incomunicación soportamos burradas o peor, malas palabras. Pero a veces pasa al revés, se creen Pitágoras y se van para otro lado, y por querer ser importantes te mandan términos que ni entendés. Un tipo cualquiera que trabaja a la fría mañana, con el estómago a medio vaciar, no se va a poner a pensar por ejemplo qué significa ser "pragmático". Sin embargo ellos te lo mandan, capaz que sin siquiera saber qué es. Pasa en el fútbol cuando tal equipo es pragmático.

Pues bien, como periodista de 27 años ya me hago cargo del desastre de los medios y aporto mi cuota de claridad, que para eso aprendí en TEA. Ser pragmático es ejecutar las acciones sin reparar en la teoría. Es ser práctico, según el sitio Significados.com. Ser utilitario, eficiente, cómodo, son otros sinónimos dice la página. Se los traduzco a lenguaje ciudadano: es ir a los papeles, no dar mucha vuelta. Todo viene del pragmatismo, que es una filosofía surgida en el siglo XIX en Estados Unidos, pero para qué te voy a romper la cabeza con cosas más de la UBA que de la vida diaria. Siguiendo lo del fútbol, aquellos equipos que llegan dos veces y hacen un gol, que hacen lo justo y necesario, son pragmáticos. Igual no hagas caso a esas enredaderas de enciclopedia, me imagino que no tenés tiempo ni ganas para andar googleando a ver qué es tal o cual. En fin, no seas pragmático, mejor andá a los papeles.