Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
viernes, 5 de abril de 2019
HISTORIAS DE INFANCIA: FUTSAL EN LO DE MI MADRINA
UFF, UN STEREO DE AUTO CON QUEEN
miércoles, 3 de abril de 2019
MI CUMPLEAÑOS PARTE 1: QUÉ NOCHE CON SAN ANTONIO
Y tan grande la pasé que lo cuento en dos partes. Porque todo arrancó curiosamente el 1 de abril, ya que mis compañeros del glorioso Colegio San Antonio de Carapachay, mi primaria, me agasajaron con un suculento asado y sus accesorios de todo tipo. Eso para que el 2 a las 0 horas me cantaran el feliz cumpleaños. Así que ahí estuve yendo con el gran Germán Ruiz a la casa de la singular melliza María Eugenia Rossi y su familia, un departamento en Munro con terraza de aquéllas, en una noche fresquita y perfecta de abril. Y allí me dieron la sorpresa de ser ocho de los chicos, empezando por el parrillero de turno, el inigualable Andrés Kern. Es cierto que faltaron los ases Fernando Di Pietro y Daniel Luciani, pero igual fui superfeliz. Asado, charla, risas, diversión, un compañerismo que pese a los desencuentros que cada tanto tenemos sigue firme, como hace más de 40 años. Ese lazo invisible de amor que nos engancha a cada uno y nos ata a través del tiempo.
Y para coronarlo, pasadas las 12 brindamos, me saludaron, cantaron y ahí agarré mi guitarra, mi música que Dios me dio y zapamos un rato. Y para cerrar, qué: baile a toda cumbia, esa que nada me gusta, pero resulta que el tucumano Ruiz, convertido al cordobés con sus expresiones típicas y el cuarteto, se empecinó en enseñarme pasos cual coach de Bailando por un Sueño. Me resigné, bailé torpemente como acostumbro y terminamos cerca de las tres de la mañana el aperitivo perfecto para mi cumple. El de estar con ellos, los chicos del colegio, los del 79 al 85, los de la vida.
Diviértanse con el loco video del cumple con San Antonio:
MI CUMPLEAÑOS PARTE 2: LA GENTE QUE ME QUIERE BIEN
Pero
tuve la segunda y más importante parte de mi aniversario 46, sí, ya 46. Fue en
casa y, como escribí más abajo, estuve rodeado de gente que me quiere bien.
Entonces pasé un real cumpleaños feliz. Porque cuando la gente que te quiere
bien está, está, no falta ni por lluvia ni por nada.
Así
compartí una merienda-cena con mis vecinos José y Adriana (Mujer de Oro 2017)
un año más, igual que el divino de Marcelinho de Tribunero.com, mi compañera de
canto Déborha, ya un superclásico, mi nueva vecina Amalia y María J, otra compañera de canto del
Instituto Bignone. Con Duran Duran y Sting, mis artistas oficiales de
cumpleaños, comimos generosas pizza, sandwiches, budín y más aún generosa
torta. Y obvio que trascartón mandé mi pequeño recital que podrán ver en mi
canal de YouTube DIEGO CANTAUTOR, con canciones que a todos gustan.
Pero
pasó de todo. La locuacidad imparable del Tribunero, la participación de José y
Adriana junto a Joaco, uno de sus hijos que estuvo, y luego con su otro Juan,
que vino un rato genial. Y tras la torta, Marcelinho hizo de las suyas y
creyendo mi casa una sala de ensayo, me hizo grabar algo para la revista
futbolera en Internet. Mi tema Princesa, el gran Fogo e Paixao que a todos
deleita y a mamá Anita también, Obsesión dedicado al recuerdo de nuestro amigo
Maxi matizaron junto a todo lo citado una noche más de felicidad. Porque cuando
las buenas almas se juntan, no sólo el cumple es feliz.
Aquí el genial video de mi cumple 46:
https://www.youtube.com/watch?v=4R2PN5-KXSw&t=7s
martes, 2 de abril de 2019
INGLESES, LAS MALVINAS ESTÁN AL LADO DE SANTA CRUZ
viernes, 29 de marzo de 2019
HISTORIAS DE INFANCIA: MIS FELICES CUMPLEAÑOS
1979: EL PRIMER HERMOSO RECUERDO
Recién comenzaba el colegio primario en el Model School de Florida cuando en ese hermoso 1979 festejaba mis 6 años en casa. Una noche en el living, junto a mis vecinos Pablito y Javier, cortaba una preciosa torta decorada con autitos de colores.
1981: LA ESPECTACULAR BMX
Uno de mis mejores cumpleaños, sino el mejor. Tanto que recuerdo que la noche anterior, mientras yo estaba acostado en mi antigua habitación de abajo, vino mi papá y me dijo al oído: ‘’Los últimos siete años...’’.
Al día siguiente, el ‘’cumple’’ fue en otra hermosa tarde en casa, tras la jornada colegial, ahora en el glorioso San Antonio; como ya era un clásico, repartí tarjetas entre mis compañeros. Y luego los chicos llegaron para jugar y comer una rica y particular torta con forma de cancha de fútbol, muñequitos de mazapán y todo; mi mamá acostumbraba hacer tortas originales por esos tiempos. Y como mi genial amiga Karina Stibor comía bastante, mamá comentaba ‘’cómo come esa gordita...’’.
En ese cumpleaños supe por primera vez que había nacido a las 19.30, ya que cuando se hizo la hora mi mamá me dijo: ‘’Son las 7 y media, ya ‘naciste’...’’. Y recibí el broche de oro de la fiesta: una espectacular bicicleta de cross BMX, un regalo grandioso. Después de la emoción, la disfruté sentado en ella en el living, mientras los chicos me paseaban por allí y yo sonreía feliz. Sinceramente, el 81 (junto al 85) fue el año donde viví más y mejores momentos de cumpleaños.
1983: SÁBADO A TODA FIESTA
Otro lindo recuerdo fue ese nublado sábado donde yo cumplía ‘’los dos números’’, como llamaba mi mamá a los 10 años. Todo arrancó al mediodía con un suculento asado que incluía mollejas (muy de moda entre mis gustos) junto a mi familia en la inolvidable mesa de mármol del viejo quincho.
A las 5 de la tarde en punto, mientras la genial Cecilia Marín ordenaba los sandwiches de miga en la mesa rectangular del nuevo comedor, llegaron una vez más los chicos del San Antonio; sólo faltaban las mellizas María Eugenia y Vanina Rossi, a quienes increíblemente no invité por tenerles envidia de sus excelentes notas. Después todos invadimos el fondo charlando, escuchando música y jugando. Y mientras el gran Cristian Bustamante agarraba un sandwich de una bandeja, yo recibía un telegrama (como se usaba en esa época) de mis abuelos que decía: ‘’Feliz cumpleaños, lelo y lela’’. Así pasé un verdadero cumpleaños feliz.
1985: BREAKDANCE, BOLEROS Y MUCHO MÁS
Por suerte, el último cumple con los geniales chicos del San Antonio fue espectacular, lleno de recuerdos. El festejo comenzó en el mismo colegio, donde esa soleada tarde mi maestra Patricia y mis amigos me cantaron el feliz cumpleaños, me hicieron el clásico tirar de orejas y repartí caramelos frutales, uno de los cuales no me gustó, lo escupí y cayó afuera del tacho de basura...
Luego de las tarjetas de siempre, esta vez vinieron todos y nos reunimos a compartir una nutrida merienda en la mesa del comedor, donde me senté al lado del gran Daniel Luciani, que esa tarde calzaba las típicas zapatillas Topper naranja. Llegó la original torta con forma de casa de Hansel y Gretel y con los famosos cigarrillos de chocolate que no llegué a comer ya que los pillos de Favi Manzino y Cristian Carabajal se anticiparon a mí y se los devoraron.
Y nos fuimos a bailar al living, primero con Breakdance de Michael Jackson, que hacía furor en ese entonces, mientras Luciani, sentado en el descanso de la escalera con las piernas colgando del borde, le cambiaba la letra a esa canción con una muy subida de tono. Más tarde, a pedido de todos, mi mamá puso boleros, apagó las luces y nos movimos en parejas; yo lo hice con María Eugenia. Luego las mellizas fueron a charlar a la vieja pieza de abajo y mi mamá fue a buscarlas para que volvieran a la fiesta. Yo di un par de vueltas carnero en el living, ya iluminado, y al verse el borde de mi calzón Fernanndo Di Pietro y Analía García me lo hicieron notar. Y casi interrumpo a Fernando, quien estaba en el baño (‘’pará, negro, que estoy meando...’’). Muchas vivencias que hicieron una de las mejores noches de esos primeros 80.