Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
domingo, 24 de noviembre de 2019
PARÁ UN POCO, RESPIRÁ, TOMATE UN MATE...
Hoy que es domingo a la mañana, esto viene como anillo al dedo. Esta era la excelente frase que una reconocida compañera del Colegio San Antonio decía días atrás, en una de nuestras reuniones. Ella se refería a que así le había espetado a un familiar, que en su vida diaria corría con sus cosas y no se detenía, bueno, lo que nos sucede a la gran mayoría. El vértigo en que vivimos, me incluyo plenamente, no nos deja frenar, respirar, pensar un poco. Andamos al ritmo imparable, a veces impiadoso, de nuestras cosas, sea trabajo o cuestiones triviales. Y cuando nos queremos acordar, paradójicamente, no vivimos la vida que Dios nos regaló, lo cual es perjudicial sobremanera. Es la raíz, pienso yo, de la locura en que nos hemos envuelto. Tengámoslo en cuenta. Como aconsejaba esta joven, paremos, respiremos, miremos el verde, el cielo. Y tomemos un mate, que aparte del estómago y los riñones va al alma.
sábado, 23 de noviembre de 2019
GLORIOSA NOCHE DE REENCUENTRO DE MI SECUNDARIA
Dios no para de brindarme bendiciones. Así como con la primaria del San Antonio, este viernes por la noche mis divinos compañeros de la secundaria del Instituto Martín Güemes de Carapachay me regalaron una noche mágica, imborrable, más que un reencuentro de ex alumnos. Me regalaron mucho amor y mucha felicidad.
Encabezados por el genial "Negro" Rodríguez, los chicos y chicas de la promoción 1990 hicieron realidad algo que yo esperaba, pero que esas cosas del tiempo pierden. Por fin, tras 29 años, volvimos a juntarnos más de 20 alumnos de ese bello lugar tan histórico para mí. En la preciosa casa de la divertidísima Alejandra "Mongui" Dib, comimos, charlamos, vimos videos de esos días, cantamos y, sobre todo, reunimos nuestras almas de nuevo para amarnos.
Todo había comenzado el sábado anterior por la noche, cuando interrumpí una cena y atendí el llamado del gran Diego Solimena, aquel telefonista de mi primer programa radial Hot Dog. Con gran emoción dije sí, al día siguiente me escribí, hablé y vi con Mongui y el viernes, tras mucha ansiedad, arribé al puerto de la alegría secundaria. Y enseguida supe que el cariño que Ale me decía de todos era realidad. Apenas pasé la entrada, la inigualable Eleonora Sorzio me abrazó emocionadísima. Y qué decir de las seis o siete chicas y chicos que ya estaban. La dulce Roxana Spinelli, quien en el discurso de la fiesta final se quebrara, no sólo me abrazó y besó, sino que se puso a lagrimear como entonces.
Y en una noche algo fresca, perfectamente armada por Dios tras los 35 grados de estos días, todo fue ocurriendo ante mi corazón como en una película. De a poco llegaron los demás, incluido mi mejor compañero e ícono Leandro, me abrazaron, felicitaron, se abrazaron entre todos. Los primeros bocados de la rica y abundante comida, la protección de todos para conmigo, los videos de aquella fiesta, del viaje a Bariloche y fotos varias, un show mío donde canté mis temas y covers y las chicas explotaron con Cuando Amas a Alguien de César "Banana" Pueyrredón, el cantar de la dulce y risueña Daniela Romero, Karina Bartol contándome de los videos y luego tomando mi mano entre las suyas. Risas, alegría, chistes al por mayor, carcajadas al ver esa foto de la divina Patricia Alberdi en ropa interior. Todo sobre un bellísimo jardín, en un quincho precioso, con música de la época de fondo.
Más emoción cuando la preciosa Ale Isopi leyó parte de aquel discurso de Roxana, más aún diversión con el Negro de locutor. Más felicidad me invadía al ver esos días de diciembre de 1990 hacerse presentes. "Qué chiquitos éramos, éramos niños", reflexionaba en voz alta sentado al ladito de estos corazones tan dulces. El festejo del cumple de Cristian Rodríguez, la muchedumbre que no paraba de ser feliz contando sus cosas de ayer y hoy. Y un regalo extra que no olvidaré: Carla, mi primer amor, hoy en España, hablándonos con tonada ibérica por un hermoso video.
Demasiado rápido pasó la noche, como el Negro me había anticipado el día anterior por teléfono. El fresco nocturno se tornó a casi frío y nos quedamos adentro, continuando la cena y los momentos de amor. Roxana se sentó a mi lado y me alabó casi entre lágrimas "sos un campeón", y luego el personaje de Alfredo Filippi, compañero de esas mañanas de radio, hizo reír a todos con anécdotas de Bariloche.
Eran ya casi las cinco de la madrugada cuando nos fuimos yendo, en mi caso con Leandro, sin parar de besar y saludar efusivamente a cada una de esas almitas que aún hoy tienen 17 en sus adentros. Una noche de magia, de amor, de felicidad. Sorprendido por tanto cariño de todos, agradezco a Dios el haberme regalado una vez más un momento así. Porque como decía mamá Anita, de esta vida te llevarás lo que has vivido. Me llevo para siempre esta noche en mi mochila del alma. Y que seguro será la primera de una historia de eternidad.
Encabezados por el genial "Negro" Rodríguez, los chicos y chicas de la promoción 1990 hicieron realidad algo que yo esperaba, pero que esas cosas del tiempo pierden. Por fin, tras 29 años, volvimos a juntarnos más de 20 alumnos de ese bello lugar tan histórico para mí. En la preciosa casa de la divertidísima Alejandra "Mongui" Dib, comimos, charlamos, vimos videos de esos días, cantamos y, sobre todo, reunimos nuestras almas de nuevo para amarnos.
Todo había comenzado el sábado anterior por la noche, cuando interrumpí una cena y atendí el llamado del gran Diego Solimena, aquel telefonista de mi primer programa radial Hot Dog. Con gran emoción dije sí, al día siguiente me escribí, hablé y vi con Mongui y el viernes, tras mucha ansiedad, arribé al puerto de la alegría secundaria. Y enseguida supe que el cariño que Ale me decía de todos era realidad. Apenas pasé la entrada, la inigualable Eleonora Sorzio me abrazó emocionadísima. Y qué decir de las seis o siete chicas y chicos que ya estaban. La dulce Roxana Spinelli, quien en el discurso de la fiesta final se quebrara, no sólo me abrazó y besó, sino que se puso a lagrimear como entonces.
Y en una noche algo fresca, perfectamente armada por Dios tras los 35 grados de estos días, todo fue ocurriendo ante mi corazón como en una película. De a poco llegaron los demás, incluido mi mejor compañero e ícono Leandro, me abrazaron, felicitaron, se abrazaron entre todos. Los primeros bocados de la rica y abundante comida, la protección de todos para conmigo, los videos de aquella fiesta, del viaje a Bariloche y fotos varias, un show mío donde canté mis temas y covers y las chicas explotaron con Cuando Amas a Alguien de César "Banana" Pueyrredón, el cantar de la dulce y risueña Daniela Romero, Karina Bartol contándome de los videos y luego tomando mi mano entre las suyas. Risas, alegría, chistes al por mayor, carcajadas al ver esa foto de la divina Patricia Alberdi en ropa interior. Todo sobre un bellísimo jardín, en un quincho precioso, con música de la época de fondo.
Más emoción cuando la preciosa Ale Isopi leyó parte de aquel discurso de Roxana, más aún diversión con el Negro de locutor. Más felicidad me invadía al ver esos días de diciembre de 1990 hacerse presentes. "Qué chiquitos éramos, éramos niños", reflexionaba en voz alta sentado al ladito de estos corazones tan dulces. El festejo del cumple de Cristian Rodríguez, la muchedumbre que no paraba de ser feliz contando sus cosas de ayer y hoy. Y un regalo extra que no olvidaré: Carla, mi primer amor, hoy en España, hablándonos con tonada ibérica por un hermoso video.
Demasiado rápido pasó la noche, como el Negro me había anticipado el día anterior por teléfono. El fresco nocturno se tornó a casi frío y nos quedamos adentro, continuando la cena y los momentos de amor. Roxana se sentó a mi lado y me alabó casi entre lágrimas "sos un campeón", y luego el personaje de Alfredo Filippi, compañero de esas mañanas de radio, hizo reír a todos con anécdotas de Bariloche.
Eran ya casi las cinco de la madrugada cuando nos fuimos yendo, en mi caso con Leandro, sin parar de besar y saludar efusivamente a cada una de esas almitas que aún hoy tienen 17 en sus adentros. Una noche de magia, de amor, de felicidad. Sorprendido por tanto cariño de todos, agradezco a Dios el haberme regalado una vez más un momento así. Porque como decía mamá Anita, de esta vida te llevarás lo que has vivido. Me llevo para siempre esta noche en mi mochila del alma. Y que seguro será la primera de una historia de eternidad.
jueves, 21 de noviembre de 2019
AUTO FANTÁSTICO, REALIDAD EN EUROPA
Otra curiosidad de esas lindas que uno recoge en su andar diario y en su ampliar su mundo, en no quedarse en pavadas banales. Este amigo que me contó de las imitaciones de nombres de perfumes también me contó esto. Supongo que ustedes recuerdan la serie El Auto Fantástico, un auto que se manejaba solo y hacía las mil y una como sus protagonistas. Uno veía eso y decía "uf, quién ppudiera…". Pues bien, en Europa, Primer Mundo en serio, ya es realidad. Como estamos en pleno siglo XXI y la tecnología sigue arrasando, no sólo todo es hecho por robots que te preparan un sandwich y un trago, sino que hay autos que se manejan solos. Vos no llevás al auto adonde querés, el auto te lleva a vos. Vos lo programás como el GPS la dirección deseada, te envía, te deja en ese lugar y se va a dar una vuelta solo (sí, solo) hasta que no recuerdo cómo en qué momento te pasa a buscar. Fenomenal, como todo lo europeo. Me encanta pasar a buscar a una señorita soltera y sin apuro, pero si un auto lo hace por mi, encantado.
PERFUMES IMITACIÓN HASTA EN SUS NOMBRES
En mi andar diario por la vida recojo cada noticia de lo mas loca. Resulta que andando por Olivos (zona Norte de Buenos Aires) averigüé por perfumes para mi, y eran bastante caros. Entonces hice lo que cualquiera en este país y me compré una imitación del exquisito One Million. La cuestión es que hablando con un amigo que me acompañó, le dije que era de Carolina Herrera (famosa diseñadora venezolana) y él me contaba que las imitaciones hasta lo son en sus nombres. Tomando el ejemplo de Herrera, sus versiones no oficiales se llaman "Carolín Errera", fuera de broma, se los juro, así sin H y con el nombre sin A. Y lo mismo con otros de marcas tan prestigiosas. Recuerdo cuando en los 80 había imitaciones de zapatillas Nike y demás que otro amigo me contaba. Risa, pero es realidad. Al fin y al cabo, qué me importa mientras huela bien.
sábado, 16 de noviembre de 2019
LOS RELATOS MEXICANOS, UNA RISA
En el video que figura abajo verán y escucharán el relato de un canal mexicano del partido de fútbol que la selección le ganó 3-0 a Panamá por una nueva fecha de la Liga de las Naciones de la CONCACAF, símil de la de Europa. Si bien no es la primera vez que al menos este periodista lo conoce, no dejo de divertirme y a veces reírme con las singulares narraciones, que además no son como las que sabemos, un relator y un comentarista, sino que varios se alternan las dos funciones. Y qué decir de su propio hablar y ese acento tan típico. Vean:
viernes, 15 de noviembre de 2019
HISTORIAS DE INFANCIA: TOCAR LA BARRERA DE CARAPA
Era un atardecer algo gris, nublado, quién recuerda si de primavera. Allá por 1977, con cuatro añitos, el mundo se abría a mis ojitos de nene petisito y morochito enrulado. Mi cabecita lo recuerda perfecto. Esa tarde, acompañado por papá Rafael, conocí la barrera amarilla y negra de la estación de mi Carapachay. Y la mano grandota de papá tomó la mía y me hizo tocar la barrera, haciéndome saber otra cosa nueva como tantas que iba incorporando.
!SE REINAUGURÓ LA ESTACIÓN DE CARAPACHAY!
Video: cómo quedó la estación
Otro alegrón que mi Carapachay querido me da. Hoy es un día histórico para nosotros los carapachenses. Después de tanto esperar, de tanta promesa perdida en el tiempo, se reinauguró este viernes a la tarde la estación de tren, el ícono de nuestro amado barrio, casi la Torre Eiffel de Carapa, como lo llamamos con amor. Si habré cruzado con el auto o con mamá Anita he tomado la formación hasta Aristóbulo del Valle (Olivos) y otros destinos. El andén, la avenida Independencia, el paisaje que la rodea, el laberinto (como yo lo llamo) para no cruzar indebidamente. Allí toqué la barrera con mi manito de cuatro años con papá Rafael, allí tomé tantos trenes, por allí crucé tantos días de sol. Lástima que hoy no pude estar en el acto que se hizo alrededor de la media tarde, pero me siento hiperfeliz y orgulloso como cada vecino de mi barrio. Aparte, los comerciantes que venían medio para atrás por la ausencia del tren, que se detenía en Villa Adelina, ahora están chochos de la vida. Felicidades mi gente amada, y sigamos adelante que seremos más.
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