viernes, 7 de agosto de 2020

HISTORIAS DE INFANCIA: MESA DE NOTICIAS EN TEATRO

Una nublada fría tarde de julio del 85, en plena vacación de invierno de séptimo grado, fui por primera vez a un teatro, creo en la famosa calle Corrientes. Fue con mi abuela y mis amiguitos Mariano y Natalia a ver el glorioso Mesa de Noticias, furor en la TV. Un hermoso decorado y un moderno sistema de luces eran el marco para los geniales personajes. Todo era muy nuevo para mí, pero disfrutaba mucho; recuerdo una escena donde estaban Marcos y Cris Morena. Y mientras Mariano y yo nos reíamos sentados en cómodas butacas, Nati se asustó con unos fuegos artificiales que hubo al final. “Maria, Maria”, llamaba a su hermano aturdida por las explosiones. Cuando salimos, él alababa el gran despliegue de luces y demás... Una tarde espectacular junto al mejor humor.

NOSOTROS, ALLÁ LEJOS Y HACE TIEMPO...

Uno no tiene intención de vivir de recuerdos, aparte es imposible, lo que nos pasa es en presente por más que queramos viajar en el tiempo. Pero es interesante a veces mirar para atrás y repasar lo que hicimos. Porque surgen cosas buenas, obvio las malas a la basura. Una de esas buenas es jugar con pensamientos como el del título. Qué pasa si nos fijamos en cómo fue nuestra infancia, adolescencia, sobre todo los que somos de los 70 u 80. Qué lejos quedaron esas cosas hermosas de la vida. Algunas son presentes, como amistades, otras perduran en el alma aunque lejanas. Sucede que todo pasa tan rápido, y encima el presente de hoy no es el de 30 años atrás, que nos olvidamos de nuestros orígenes, nuestro origen, nuestro comienzo, más allá de haber sido bebés. No hay que entristecerse, pero (como me enseñaron en periodismo) la vida y el mundo no empezaron ayer. Está bueno, repito no para nostalgia, recordar cómo y qué fuimos. Allá lejos y hace tiempo, es igual.

SAN CAYETANO, ROCK, FUTBOL: TODO ON LINE

Con esta interminable pandemia de coronavirus 2020, nuestra vida cambió 360 grados. Tanto que hasta la grupal también. No sólo nosotros vivimos virtualmente, educación y trabajo a distancia, sino que grandes espectáculos y eventos se tuvieron y tienen que reconvertir. El famoso Cosquín Rock tendrá en el verano una increíble transmisión como estadio virtual para quienes lo sigan por Internet, que igual deberán pagarla y a lindo precio. El fútbol, como es público, será a puertas cerradas y en Europa se pasa por TV con sonido e imagen de hinchada espectacular. Y hoy, día de San Cayetano, esa gente que días antes acampaba cerca del santuario en el barrio de Liniers ahora debe quedarse en casa, más con la lluviecita de hoy, a verlo por TV o redes sociales, que por suerte dan una enorme mano. Que la tecnología nos invadió ya sabemos. Que el coronavirus nos inunda, también. Tanto, que nuestra vida, personal o no, es toda on line.

jueves, 6 de agosto de 2020

EL SENEGALÉS QUE BORGES DISCUTIA

De Jorge Luis Borges no vamos ahora a descubrir su enorme vida con la literatura, sus obras, su jerarquía, su legado. Menos nos interesan sus vaivenes personales. Pero una curiosidad de las que Así Es La Vida gusta de hacer foco nos atrapa. Hubo un senegalés, de ese país de Africa Occidental, llamado Léopold Sédar Senghor, que al menos para sus compatriotas fue un grande, primer presidente de la nación en 1960, apenas fue independiente. Sédar era además escritor y estuvo en boca de Borges varias veces, y no de buena forma. No sólo compitieron por el Premio Nobel de Literatura (que ninguno ganó), sino que hasta el argentino criticó duramente al africano en su momento. Borges dijo una vez que si Sédar, obviamente de raza negra, ganaba el Nobel, el próximo premio iba a ser para un esquimal. En otra cita, tras escucharlo en un congreso de poetas en Marruecos, lo definió como un "macaneador y charlatán", ya que Senghor aseguraba que el hombre occidental descendía del africano blanqueado por el sol del Mediterráneo. El autor de Ficciones y El Aleph entre otras notables, que tanto uno disfrutó en el colegio, fue muchas veces polémico hasta con la política, recibiendo por ejemplo un título honoris causa de nada menos Augusto Pinochet, aunque antes se opuso a golpes de Estado en Argentina y Latinoamérica. Sólo es una apostilla, nada que lo quiera empañar ni amarillo. Borges tuvo algo que ver con Africa y Senegal, más allá de sus dichos.

domingo, 2 de agosto de 2020

EL CHISTE CON EL COVID EN EL BAR LO DE CUNI

El bar Lo de Cuni, ahí en la calle Amador en Olivos, es un lugar que disfruté bastante hasta que arrancó la pandemia de coronavirus aquel ya lejano marzo de 2020. Días antes, en febrero, yo había ido como cada miércoles a almorzar antes de mi taller de canto. Del virus ya se sabía algo, sobre todo el comienzo del desastre en Italia, pero acá aún creíamos que era un asuntito chino. Tanto que ese mediodía de sol radiante, entró un tipo y saludó al barman con un irónico "!Coronavirus!" hacia él.

sábado, 1 de agosto de 2020

!DEJEMOS DE HABLAR DEL CORONAVIRUS!

Por supuesto que cada uno puede hacer lo que quiera de su vida. Escribir y hablar de lo que quiera. Pero no sé qué tenemos los argentinos que nos encanta, pareciera, tocar temas negativos, cualquiera sea su grado de lío. Hasta en cumpleaños la gente se pone a hablar de problemas, trabajo, pareja, ni te digo enfermedades. Pues bien, eso sucede ahora con el coronavirus, que desde marzo afecta pero que este invierno arrasa con casi 6000 contagios por día, aparte de los fallecidos. Y que nos estropea, empaña la vida con esta cuarentena y su aislamiento y demás. Bastante dolor, pena, fastidio, como para que encima se hable y hable del asunto. Lo poco que veo mi Facebok casi todos ponen cosas del tema. Sí, está en boga, maldito sea, hay que estar informados, más yo que soy periodista. Pero tampoco nos rompamos la cabeza, por favor. ¿No podemos contar algo lindo, ameno, divertido, alegre? No, todo malas. Así somos, así vivimos. Y como siempre, así estamos. Porque sin duda, el coronavirus nos afecta no sólo el cuerpo.

viernes, 31 de julio de 2020

HISTORIAS DE INFANCIA: KALKITOS

Un pasatiempo típico y singular DE mi inicio de los años 80. Un librito que contenía una plancha con un montón de dibujos para calcar sobre una escena grande, símil de otra que estaba más arriba. Y además traía una historia sobre la misma. Cómo me divertía calcando, a veces me salía todo mal; me acuerdo de uno de autos y otro lindísimo de fútbol. Mi abuela me lo compraba y siempre me sorprendía con uno cuando iba a su casa.