En este particular y doloroso tiempo de coronavirus, todos intentamos ayudar como se pueda, con lo que tengamos. Primero que nadie los enormes profesionales de la salud jugándose su vida contra la peste. Luego los voluntarios, divinos soldados de este batallón de manos y piernas en esta guerra. Y luego cada uno de nosotros. Entre nosotros, los músicos llevamos nuestra obra a las almas de esa gente tan sufrida, esté o no enferma. Así hemos visto el excepcional video de Resistiré o el de acá con Yo Vengo a Ofrecer mi Corazón. Y claro que yo me sumé con enorme gusto, desde mi humildad, a ellos. Usando el don de componer y editar que Dios me dio, he creado este compilado de temas propios que hablan de lo positivo, de estar bien, de saltar los escollos como dice uno de los temas incluidos. Disfruten quienes están bien, levántense quienes no lo están. Arriba Argentina, y buena salud para todos.
El video:
Bienvenidos a Así Es La Vida, un blog de todo un poco, una charla con un amigo, sin tiempo ni espacio, sin intereses, sin estructuras. El caminar de un ciudadano por la vida. Dedicado a mi madre Anita.
jueves, 30 de abril de 2020
martes, 28 de abril de 2020
QATAR 95: 25 AÑOS DE LA PRIMERA PROEZA DE PEKERMAN
Después de la conquista en Japón 79 y el subcampeonato en México 83, los juveniles de Argentina cayeron en una oscuridad que parecía no tener detención. La improvisación, la falta de proyectos, el trabajar como se pudiera, las consecuentes bajas actuaciones en los Mundiales y Sudamericanos los llevaron a perderse en un mar profundo. Hasta que la llegada de José Pekerman barrió con todas esas impurezas e hizo grande a los pibes. Fue hace 25 años, un 28 de abril de 1995 en la lejana Qatar. Pero la epopeya nació mucho antes.
Pocos recuerdan el panorama desolador en que el Sub 20 estaba. Primero, las inconductas de algunos futbolistas del equipo de Reinaldo Merlo ante Portugal, en el Mundial de ese país en 1991, le acarrearon una suspensión para el torneo siguiente, en 1993 en Australia. Para 1994, la ida de Alfio Basile y Merlo tras el Mundial de Estados Unidos obligó a buscar técnico a la mayor y a los chicos. Daniel Passarella fue el elegido para la grande, y quería que Jorge Griffa, el legendario sabio rosarino, fuera el de la juvenil. La AFA prefirió confiar en un proyecto presentado por José Pekerman, un entonces casi desconocido, ex futbolista y luego director de divisiones inferiores de Argentinos Juniors y de Colo Colo. El nuevo llegado no tenía mucho respaldo, pero trabajó a conciencia como pocas veces se había hecho en el área y condujo al equipo que en enero de 1995 salió segundo de Brasil en el sudamericano de Bolivia y regresó al Mundial tras cuatro años.
Pocos recuerdan también que antes del torneo con sede en Qatar hubo problemas con cesiones de jugadores, como suele ser en Argentina. River no quiso dejar ir a un joven Marcelo Gallardo y Rosario Central a un chico de 17 años muy bueno, Cristian Colusso, ambos con experiencia en Primera. Aún así, Pekerman formó su once alrededor de la base del Sudamericano, con nombres aún incipientes que luego serían consagrados o al menos interesantes: el arquero Irigoytía, Lombardi, Pena, Sorín, Federico Domínguez, Larrosa, Mariano Juan, Ibagaza, Coyette, Guerrero y un futuro crack, el goleador Leonardo Biagini, entonces en Newell's.
El debut en el Grupo C era el 13 de abril en Doha, sede única del certamen, pero en el estadio Suhaim Bin Hamad, ante Holanda. Como de costumbre, fue más complicado de lo previsto, incluso cuando le atajaron un penal al medio de Racing Germán Arangio. Además, Biagini debió irse lesionado. Hasta que en la última jugada el ingresado Andrés Garrone, de Rosario Central, definió un centro atrás y consiguió una victoria festejada.
El 17 era el segundo ante el fuerte Portugal, campeón europeo y de vasta trayectoria en la categoría. El equipo hizo buen partido hasta que una excelente maniobra de Dani le dio el triunfo a los lusos. Otra vez a remar como en tantas ocasiones de los chicos. Debían vencer a Honduras, disminuido por varios expulsados en el 1-7 escandaloso ante Holanda. Ese 20 de abril parecía sencillo cuando Ibagaza abrió a los 6 minutos y Pena aumentó con dos goles. Pero los catrachos achicaron a 3-2 y Diego Crosa, lateral izquierdo de Newell's, se fracturó. Por suerte, Pena marcó su tercer gol y el 4-2 que puso a la Selección en los cuartos de final por primera vez desde 1989.
El fuerte y técnico Camerún, con Geremi y Wome entre otros, esperaba en esa instancia. Pero el 23 Argentina lo superó 2 a 0 con dos hermosos goles de Francisco Guerrero y Coyette. Y dos días después, la vuelta de Biagini fue clave ante el poderoso España de Raúl, De la Peña y Morientes. El delantero marccó la apertura y el cconjunto de Pekerman dio un baile a los españoles con un 3-0 y dos goles lindos de Coyette y Raúl Chaparro para volver a una final luego de 12 años, la última la del 83.
La cumbre era ese 28 al mediodía argentino, un día lluvioso, y el rival se llamaba nada menos Brasil, el mismo que lo había postergado en la final del Sudamericano. El Khalifa Stadium de Doha estaba con 42.000 personas para el superclásico de la CONMEBOL, justo en semejante momento. Los brasileños empezaron algo mejor, pero en una de las primeras acciones albicelestes, a los 26 minutos, una lindísima combinación entre varios derivó en perfecto pase de Coyette que Biagini definió ante el arquero Fabio. Brasil se sintió herido y fue por el empate sin orden, mientras la frialdad y aplomo argentinos llevaban bien el desarrollo. El toque nacional empezó a enloquecer al rival y a los 78 minutos, el zaguero César pegó y fue expulsado. Y a los 86, en un contraataque perfecto, Ibagaza habilitó a Arangio, que hizo un hermoso cambio de frente dejando solo a Guerrero, que esperó la loca salida de Fabio y se la pasó por arriba para el 2-0, un verdadero broche de oro para un enorme campeón. Enorme al punto de que el ya consagrado Pekerman decidió poner al arquero suplente Gastón Pezzuti en lugar del inmenso Irigoytía, para darle la chance a los 18 jugadores.
Y fue realidad. El título, la vuelta olímpica, 16 años después de la de Maradona y compañía en Japón 79. La revancha esperadísima ante Brasil. La emoción de todos, hasta de Diego Crosa, que en el sanatorio Americano de Rosario recibía por TV la dedicatoria de los demás y un llamado del presidente Carlos Menem en vivo. Todo lo cual contrastaba con la tranquilidad del gran capitán Pekerman. Hasta un grupo de gente de Bangladesh enarboló en el cierre del partido una bandera argentina asociándose al festejo.
Argentina emergía de la oscuridad. Sus chicos se valorizaron, fueron tenidos más en cuenta por sus clubes. Desde ya Pekerman tuvo más respaldo y luego conquistó dos Sudamericanos y dos Mundiales más, además de una brillante generación de jóvenes talentos. Pero la de Qatar fue la piedra fundamental, la menos esperada, y la más hermosa, la de campeón del mundo, para relanzar al fútbol argentino a la gloria.
Fuente: Archivo Tribunero.com
Vea el partidazo de los pibes a Brasil para el título:
Pocos recuerdan el panorama desolador en que el Sub 20 estaba. Primero, las inconductas de algunos futbolistas del equipo de Reinaldo Merlo ante Portugal, en el Mundial de ese país en 1991, le acarrearon una suspensión para el torneo siguiente, en 1993 en Australia. Para 1994, la ida de Alfio Basile y Merlo tras el Mundial de Estados Unidos obligó a buscar técnico a la mayor y a los chicos. Daniel Passarella fue el elegido para la grande, y quería que Jorge Griffa, el legendario sabio rosarino, fuera el de la juvenil. La AFA prefirió confiar en un proyecto presentado por José Pekerman, un entonces casi desconocido, ex futbolista y luego director de divisiones inferiores de Argentinos Juniors y de Colo Colo. El nuevo llegado no tenía mucho respaldo, pero trabajó a conciencia como pocas veces se había hecho en el área y condujo al equipo que en enero de 1995 salió segundo de Brasil en el sudamericano de Bolivia y regresó al Mundial tras cuatro años.
Pocos recuerdan también que antes del torneo con sede en Qatar hubo problemas con cesiones de jugadores, como suele ser en Argentina. River no quiso dejar ir a un joven Marcelo Gallardo y Rosario Central a un chico de 17 años muy bueno, Cristian Colusso, ambos con experiencia en Primera. Aún así, Pekerman formó su once alrededor de la base del Sudamericano, con nombres aún incipientes que luego serían consagrados o al menos interesantes: el arquero Irigoytía, Lombardi, Pena, Sorín, Federico Domínguez, Larrosa, Mariano Juan, Ibagaza, Coyette, Guerrero y un futuro crack, el goleador Leonardo Biagini, entonces en Newell's.
El debut en el Grupo C era el 13 de abril en Doha, sede única del certamen, pero en el estadio Suhaim Bin Hamad, ante Holanda. Como de costumbre, fue más complicado de lo previsto, incluso cuando le atajaron un penal al medio de Racing Germán Arangio. Además, Biagini debió irse lesionado. Hasta que en la última jugada el ingresado Andrés Garrone, de Rosario Central, definió un centro atrás y consiguió una victoria festejada.
El 17 era el segundo ante el fuerte Portugal, campeón europeo y de vasta trayectoria en la categoría. El equipo hizo buen partido hasta que una excelente maniobra de Dani le dio el triunfo a los lusos. Otra vez a remar como en tantas ocasiones de los chicos. Debían vencer a Honduras, disminuido por varios expulsados en el 1-7 escandaloso ante Holanda. Ese 20 de abril parecía sencillo cuando Ibagaza abrió a los 6 minutos y Pena aumentó con dos goles. Pero los catrachos achicaron a 3-2 y Diego Crosa, lateral izquierdo de Newell's, se fracturó. Por suerte, Pena marcó su tercer gol y el 4-2 que puso a la Selección en los cuartos de final por primera vez desde 1989.
El fuerte y técnico Camerún, con Geremi y Wome entre otros, esperaba en esa instancia. Pero el 23 Argentina lo superó 2 a 0 con dos hermosos goles de Francisco Guerrero y Coyette. Y dos días después, la vuelta de Biagini fue clave ante el poderoso España de Raúl, De la Peña y Morientes. El delantero marccó la apertura y el cconjunto de Pekerman dio un baile a los españoles con un 3-0 y dos goles lindos de Coyette y Raúl Chaparro para volver a una final luego de 12 años, la última la del 83.
La cumbre era ese 28 al mediodía argentino, un día lluvioso, y el rival se llamaba nada menos Brasil, el mismo que lo había postergado en la final del Sudamericano. El Khalifa Stadium de Doha estaba con 42.000 personas para el superclásico de la CONMEBOL, justo en semejante momento. Los brasileños empezaron algo mejor, pero en una de las primeras acciones albicelestes, a los 26 minutos, una lindísima combinación entre varios derivó en perfecto pase de Coyette que Biagini definió ante el arquero Fabio. Brasil se sintió herido y fue por el empate sin orden, mientras la frialdad y aplomo argentinos llevaban bien el desarrollo. El toque nacional empezó a enloquecer al rival y a los 78 minutos, el zaguero César pegó y fue expulsado. Y a los 86, en un contraataque perfecto, Ibagaza habilitó a Arangio, que hizo un hermoso cambio de frente dejando solo a Guerrero, que esperó la loca salida de Fabio y se la pasó por arriba para el 2-0, un verdadero broche de oro para un enorme campeón. Enorme al punto de que el ya consagrado Pekerman decidió poner al arquero suplente Gastón Pezzuti en lugar del inmenso Irigoytía, para darle la chance a los 18 jugadores.
Y fue realidad. El título, la vuelta olímpica, 16 años después de la de Maradona y compañía en Japón 79. La revancha esperadísima ante Brasil. La emoción de todos, hasta de Diego Crosa, que en el sanatorio Americano de Rosario recibía por TV la dedicatoria de los demás y un llamado del presidente Carlos Menem en vivo. Todo lo cual contrastaba con la tranquilidad del gran capitán Pekerman. Hasta un grupo de gente de Bangladesh enarboló en el cierre del partido una bandera argentina asociándose al festejo.
Argentina emergía de la oscuridad. Sus chicos se valorizaron, fueron tenidos más en cuenta por sus clubes. Desde ya Pekerman tuvo más respaldo y luego conquistó dos Sudamericanos y dos Mundiales más, además de una brillante generación de jóvenes talentos. Pero la de Qatar fue la piedra fundamental, la menos esperada, y la más hermosa, la de campeón del mundo, para relanzar al fútbol argentino a la gloria.
Fuente: Archivo Tribunero.com
Vea el partidazo de los pibes a Brasil para el título:
domingo, 26 de abril de 2020
EL CD YA TIENE CUATRO DÉCADAS
Uno que a veces es reacio a los avances tecnológicos pensaría que elementos como el disco compacto o CD son del siglo XXI. Al menos de los 90. Pero el compact (como se le decía cuando se lo conoció) ya lleva casi cuatro décadas. Fue creado en 1979 por las gigantes compañías Philips y Sony en conjunto, con el lógicco fin de mejorar la calidad de audio de los legendarios discos de vinilo. En 1981 un director de orquesta austríaco, Herbert Von Karajan, los promovió en festivales y así empezaron a ser exitosos, siendo la Sinfonía Alpina de Strauss el primero a la venta. Y en 1982 se produjo la comercialización oficial de las compañías al mundo. Con los años se amplió su uso al video y almacenamiento de datos, fotos, archivos, etc. Claro, como acá se conocieron a fines de los 80 más o menos, nos desayunamos bastante tarde y el CD fue popular recién en los 90. Ccómo olvidar que en 1988 algunas propagandas de álbumes rezaban "Fulano de tal en discos, compactos y cassettes". Después sí, compramos los CD, tiramos o conservamos los cassettes (según nuestra capacidad de nostalgia) y grabamos discos, hasta que con la ultratecnología de hoy se han perdido un poco. Pero siguen formando parte de nuestra vida, una vida que no es tan nuevita, ya es casi antigua.
viernes, 24 de abril de 2020
HISTORIAS DE INFANCIA: MAÑANAS EN EL PATIO
Hay historietas de mi dorado libro de la infancia que no son puntuales, pero sí momentos inolvidables. Algunas mañanas de semana estaba en el fondo de casa en Ramón Castro, sentado o paseando, a eso de las 10 y media, y me llamaba la atención el cuadro que se presentaba a mis ojos. Esos días de sol radiante y cielo azulado, seguramente de primavera, miraba la arboleda propia o de las casas vecinas, la escenografía de nuestro precioso patio, escuchaba los pájaros, veía cómo el sol iluminaba todo con su indefendible potencia. De qué hacía yo físicamente, ni recuerdo ni tiene importancia. Pero era tan bello marco que fue una real vivencia más de mi niñez.
¿LE PUSIERON EL COVID A CHINA?
En este mundo salvaje en que vivimos puede pasar de todo. Y más con este maldito coronavirus que nos hace mal en todo sentido. Tanto es lo que se dice y habla, porque es así, que se rumorea que a China le plantaron el brote, vaya a saber por qué lío, tal vez político, tal vez fue su rival Estados Unidos. Un allegado me cuenta que el hijo de un amigo suyo trabaja en Corea del Norte y supo que hay laboratorios donde se desarrolló el germen. Otro apunta a otro centro con capitales estadounidenses, en esa tontera de echar culpas sobre el gigante sólo por su nombre compuesto. La versión más lógica y creíble es la de que el virus se lo contagiaron los chinos y se esparció por el mundo con una facilidad letal. Tengamos en cuenta la suciedad con que conviven y la comida que consumen, cualquier especie hasta de reptiles e insectos, propio de su cultura. Como sea, hay que estar en casa. Qué nos puede importar ahora cómo vino.
jueves, 23 de abril de 2020
CARUSO LOMBARDI EN VIDEO DE DIEGO DESANZO
Por si a Ricardo Caruso Lombardi le falta algo para completar su rico y singular historial, es su costado artístico. El hoy técnico de Belgrano de Córdoba participó en el video de la nueva canción del cantautor argentino Diego Desanzo, quien aquel 2016 me llevara a cantar a su show en el Teatro Astral.
Desanzo acaba de subir a su YouTube el tema Hay que Quedarse en Casa, Es La Vacuna para la Vida, referido a la pandemia de coronavirus, alentando a quienes la pasan mal en este momento y a cuidarse con el hashtag Quedate en Casa. En el video se ve entre otros al popular entrenador junto a famosos como el actor Matías Alé cantando en el estribillo del mismo, que es una reversión de Hoy Va a ser Un Gran Día, uno de los éxitos del cantante.
Caruso, aparte de futbolista y entrenador de larga y buena carrera, ha estado también en el legendario programa televisivo Polémica en el Bar como parte de la recordada mesa de discusión y humor. Es además amigo personal de Desanzo y comentó que éste se lo envió el domingo a la noche, mientras era entrevistado en Radio La Red.
Aquí el video:
https://www.youtube.com/watch?v=o9hSShAbT_8
Desanzo acaba de subir a su YouTube el tema Hay que Quedarse en Casa, Es La Vacuna para la Vida, referido a la pandemia de coronavirus, alentando a quienes la pasan mal en este momento y a cuidarse con el hashtag Quedate en Casa. En el video se ve entre otros al popular entrenador junto a famosos como el actor Matías Alé cantando en el estribillo del mismo, que es una reversión de Hoy Va a ser Un Gran Día, uno de los éxitos del cantante.
Caruso, aparte de futbolista y entrenador de larga y buena carrera, ha estado también en el legendario programa televisivo Polémica en el Bar como parte de la recordada mesa de discusión y humor. Es además amigo personal de Desanzo y comentó que éste se lo envió el domingo a la noche, mientras era entrevistado en Radio La Red.
Aquí el video:
https://www.youtube.com/watch?v=o9hSShAbT_8
¿DÓNDE ESTÁ LA FAMILIA DE NUESTROS MAYORES?
Sin duda la pandemia de coronavirus es altamente peligrosa y preocupante. Pero hay otras pandemias que la sociedad se ha contagiado muchho atrás y que no vienen de China, que están insertas en ella. Ver a nuestros adultos mayores, ancianos, nuestros amados viejos, desprotegidos, descuidados, hasta discriminados, eso sí que no resiste vacuna. Fue triste lo sucedido con el día que abrieron los bancos, un papelón y vergüenza propia de la improvisación tan argentina. Es cruel lo que pasa en los geriátricos, con enfermos del brote y fallecidos, con autoridades (¿?) que miran para otro lado. Parece que al anciano se lo viera como inservible, descartable, cuando justamente ellos son los más servibles por su sabiduría y honestidad, que mucha falta hace hoy. Ahora, ¿me pueden decir dónde están los hijos y nietos de esa pobre gente sola, desamparada? Que tienen que llamar a un número del Estado para que alguien los salve. Gracias a Dios hay miles de voluntarios que los ayudan. Pero es inadmisible que nuestros abuelos hayan construido una familia que, evidentemente, no les sirve de nada. Así está la insociedad, y esta pandemia lo desnuda notoriamente.
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