23 AÑOS DE PERIODISMO, MI PROFESIÓN Y PASIÓN

Guillermo Blanco y yo en la fiesta.

Junto al comienzo de cada verano, este 21 de diciembre es otra de mis fechas especiales. Es mi cumpleaños de periodista, son 23 años de aquella gloriosa noche de 1993 cuando me recibií por la escuela TEA en el hermoso auditorio de ATE, fiesta inolvidable que llevo en mi mente y corazón. Gracias a todos quienes lo hicieron posible, mi familia que me ayudó cuando yo no tenía idea dónde buscar estudiar mi profesión favorita, esa gestada en mi infancia y adolescencia. Gracias a los profesionales que me formaron y a toda la gente de TEA que me trató muy bien. Y gracias a Dios, que me dio el talento para mi carrera que hoy ejerzo con orgullo. Son 23 años de mi profesión, en realidad, de mi pasión. Y lo celebro como se debe: justo estoy escribiendo sobre Burkina Faso para una revista de Africa.

!VAMOS TODAVÍA! LLEGÓ EL VERANO

Calorcito, por qué no calor, pero que invita a salir, a salirse. Cielo azul. Pájaros al amanecer. Atardeceres eternos. Amaneceres inigualables, excelsos. Noches increíblemente mágicas, de estrellas brillantes. Diversión, distensión. Comer menos, tomar más l´íquido. Y sobre todo, ese no sé qué que sólo esta época tiene. Llegó el verano, señoras y señores. Mientras estamos con la cabeza 1000 por ciento en Navidad, Año Nuevo y demás, no olvidemos que la mejor estación del año ya empezó. Y como es corta, sólo tres meses con toda la furia, vivámoslo a fondo.

REPRESIÓN DE 2001: SÓLO TENGAMOS MEMMORIA

Hoy es otro aniversario, pero no precisamente alegre. Son 15 años de aquella represión de diciembre de 2001, el día siguiente a los saqueos y el del estado de sitio, todo por culpa de un gobierno inexistente. Protestas, represión, muertos en la Plaza de Mayo de Buenos Aires y más aún en el interior. Días dolorosos que a uno le estropearon el corazón y no quisiera recordar nunca. Pero mi intención no es hacer caldo gordo como se dice, apología de la política, sólo que tengamos memoria, que no olvidemos, que si hoy protestamos por cómo está la Argentina, no tan de rosa como nos pintan, no es nada comparado con el calvario que injustamente debimos vivir aquel fin de 2001, justo a días de las fiestas. Sólo, repito, para no olvidar y sacar enseñanzas, incluso de cómo de alguna forma sobrevivimos a tanta porquería, tanta inacción, tanta burla hacia el pueblo. Sólo para tener memoria, como se dice, activa.

QUÉ INSOPORTABLES SON LAS FM

La preciosa Láser 102

Es una de las cosas de este siglo XXI y este tercer milenio que han cambiado 360 grados con el pasado. Y, también, algo de lo que no soporto, no sólo yo, mucha gente me dice lo mismo. Las radios FM, antes tan agradables, dulces, lindas, que llenaban, ahora son insoportablemente insoportables, y al menos para mí, motivo de molestia, más que cualquier otra cosa del día.

Qué lindos eran esos 80 donde, entre otras cosas, las FM eran delicia y descanso para el oído y la mente. Hasta se usaban en las oficinas como para música funcional. Láser 102, Horizonte, Del Plata, por qué no la Z, más eléctrica pero con altura. Aparte la mmúsica era música, las propagandas eran propagandas, y el formato típico de melodía y alguna que otra noticia y nada más hacía muy bien al que la consumía. Te metías en la cupé Fuego, ponías Láser 102 y te escuchabas por ejemplo La Masa de Peter Gabriel, o algo de Sting. La ponías de fondo en cualquier momento, como yo con la tarea del secundario o cualquier laburante en su lugar, y te hacía verdadera compañía, sacándote de la vorágine diaria.

Hoy, más de tres décadas después, todo cambió, como en muchas cosas modernas, para mal. Junto a tanta porquería y estupidez en que la sociedad argentina está sumergida, se encuentran estas radiecitas de bolsillo, y acá puedo opinar y criticar en serio porque soy hombre de medios, especialmente de radio, y sé lo que se debe y no se debe. Desprolijas, vulgares, vacías de contenido, llenas de palabras todo el tiempo, llenas de malas expresiones y hasta malas palabras (prohibidas hoy por ley pero que ni se cumple), tontas, hasta infantiles, y ni hablemos la musicota esta centroamericana que te rompe la paciencia. Entonces, tomando el ejemplo del párrafo anterior, son tortura para el oído y la mente, ni loco ponerlas de música funcional, el contenido es un desastre, te metés en tu Bora o en tu Palio y tenés que poner un CD en las sofisticadas radios de hoy porque las FM son horribles. Y en lugar de hacerte compañía y sacarte de la vorágine, te molestan, pudren, saturan y te ponen más loco, depende el grado de estupidez que transmitan y cómo está uno de paciencia. Hoy iba en el colectivo, y tanto a la ida como a la vuelta me tuve que fumar esta FM 100, luego Pop Radio 101.5, a veces Vale, otras Disney, no puedo creer que un grande como Lalo Mir haga y se preste al desastre de la 100, que aparte no se puede jactar de 30 años de existencia con lo pobre que es. Escuché estupideces al por mayor, palabrotas al por mayor, vulgaridades, música pobre. Escuché, a la vuelta, estos tarados relatores que insultan que salen en YouTube, eso al aire y los tipos cagándose de risa. Les juro que me puse re mal, no puedo creer tanto desastre. Bueno, es como es todo hoy. Pero permítanme arrojarlo: escuchar una radio FM hoy es un suplicio. Que vuelvan los 80.

DICIEMBRE, MUCHA PACIENCIA

Es así, si diciembre no es conglomerado de líos no es diciembre. En el último mes del año, aparte de las fiestas (ya complicadas, engorrosas), a todo el mundo se le junta evento sobre evento. Cuando te querés acordar, la fiestita de la nena, el Pesebre Viviente, cosas de la iglesia, comidas del trabajo, más las obligaciones y compromisos cotidianos normales. Incluso a mí, que no soy un tipo de agenda, que me gusta tener como yo digo “casilleros vacíos”, es decir, espacios sin nada, me está tocando todo junto sobre el cierre del año. NO digo que no es bueno, al contrario, es muy saludable tener cosas, pero también a veces uno se ve desbordado. Porque a eso hay que sumarle tanta gente en la calle, tanto tráfico, tanto ruidito de celulares. Ayer iba en el colectivo atestado de pasajeros, por ejemplo. Aparte el calor, que a mí me gusta pero que a algunos les agrega un peso. Resumen: paciencia, como decía aquella remera de Bernardo Neustadt en plena crisis de los 90, “ante todo mucha calma”. Porque claro, como somos los argentinos, nos desbordamos (hinchamos, en criollo) fácilmente. Así que a diciembre, buena cara y mucha paciencia. Después viene la playa.

MI PRIMER TEMA EN PORTUGUÉS: ROSA DE ANGOLA

Video del temita angoleño

Sigo con buenas noticias para mi música. Después de Aventurero de la Noche, acabo de componer mi tema propio 102. Pero éste es muy especial. Es mi primera canción en portugués, dedicada a mi divina amiga Rosa la angoleña. Por sugerencia de mi otra grandiosa, mi compañera de canto Lucy, decidí hacerle un tema para agradecerle todo el cariño y la buena onda con que me ha atendido desde aquel 2014 en que la visité en la Embajada.

Charlando con Lucy por teléfono como hago con frecuencia estos días, me tiró la idea, me gustó y ella hasta me dio el título: Rosa de Angola. Y en un ensayo mío, me puse a improvisar con la guitarra un reggae y a cantar así boludeando, y entonces salió al toque las estrofas y el estribillo. Les cuento que si bien no hablo mucho portugués, conozco de haber oído mucha tele brasilera de cable, el gran Bandeirantes de los 90, por ejemplo. Y aparte de Lucy, conocedora del idioma, conté con el asesoramiento de lujo de mi amigo Marcelinho Witteczeck, el editor de Tribunero.com, revista donde yo trabajo de periodista, otra de las bendiciones de este 2016. El uruguayo la sabe lunga porque vivió mucho en Brasil, el otro día charló con un tal Gabriel por Whatsapp en perfecto portugués, parecía brasileño posta.

Así que le pasé la letra escrita en mi portu básico, el chabón la adaptó magistralmente y fue mi colaborador musical sin proponérselo. Y así, con gente buena a mi lado, hice, grabé y subí a YouTube la canción, que pienso podría ser éxito de mi verano, no sólo por ser onda reggae, sino por Angola y Africa. La letra cuenta cómo me contacto con Rosita a la Embajada, aparte alabanzas a ella y a su país y demás, bastante bien me salió creo. Otro lujito, otro pasito bueno de mi música, gracias a Dios que me inspira. Y claro, a la angoleña, a Lucy y a Marce, divinos productores míos.

A 25 AÑOS DE MI PRIMER ESTUDIO DE PERIODISMO

Es otro de los aniversarios de mi vida, tal vez chico, tal vez grande. Hoy se cumplen 25 años, un cuarto de siglo, parece mentira, de cuando terminé mi primer año de periodismo en TEA. Aquel 13 del 91, es cierto, no lo terminé bien ya que me llevé dos materias a marzo, por primera vez en mi vida me fui a marzo, lo que terminaría aprobando en 1992 y pasando a segundo, y en el 93 me recibí como saben. Aquí evoco esa época de 1991, cuando pasé de mi amateurismo y afición a mi profesión.

Como era previsible, mi primer año periodístico fue algo complicado. La nueva realidad de la etapa terciaria trajo muchos cambios a los que me costó adaptarme: nuevo estudio, método y nivel de excigencia, nuevo lugar y en Capital, otros compañeros y autoridades. Además no tuve gran aplicación al trabajo, llevándome dos materias, y poca relación con los chicos. Sin duda este 1º A fue el más difícil de los tres años y el reflejo de ese tiempo de transición.

Y el nublado 13 de diciembre terminé el primer capítulo de TEA. Y fue un cierre amargo, acorde a mi año en general: me enteré que había desaprobado en boxeo, lo que me sorprendió, y encima el profesor Daniel Guiñazú no me dijo por qué. Y aparte de boxeo, me llevé básquetbol tras mi pobre prueba en el primer cuatrimestre; por primera vez en mi vida me iba a marzo. Charlé con el inolvidable Enrique Escande, mi docente de taller ese 91, en el aula, intentando descargarme un poco con alguien, y me fui con bronca y desgano a casa. Más allá de todo, fue el cierre de mi comienzo de periodista.