sábado, 16 de noviembre de 2019

LOS RELATOS MEXICANOS, UNA RISA

En el video que figura abajo verán y escucharán el relato de un canal mexicano del partido de fútbol que la selección le ganó 3-0 a Panamá por una nueva fecha de la Liga de las Naciones de la CONCACAF, símil de la de Europa. Si bien no es la primera vez que al menos este periodista lo conoce, no dejo de divertirme y a veces reírme con las singulares narraciones, que además no son como las que sabemos, un relator y un comentarista, sino que varios se alternan las dos funciones. Y qué decir de su propio hablar y ese acento tan típico. Vean:

viernes, 15 de noviembre de 2019

HISTORIAS DE INFANCIA: TOCAR LA BARRERA DE CARAPA

Era un atardecer algo gris, nublado, quién recuerda si de primavera. Allá por 1977, con cuatro añitos, el mundo se abría a mis ojitos de nene petisito y morochito enrulado. Mi cabecita lo recuerda perfecto. Esa tarde, acompañado por papá Rafael, conocí la barrera amarilla y negra de la estación de mi Carapachay. Y la mano grandota de papá tomó la mía y me hizo tocar la barrera, haciéndome saber otra cosa nueva como tantas que iba incorporando.

!SE REINAUGURÓ LA ESTACIÓN DE CARAPACHAY!


Video: cómo quedó la estación

Otro alegrón que mi Carapachay querido me da. Hoy es un día histórico para nosotros los carapachenses. Después de tanto esperar, de tanta promesa perdida en el tiempo, se reinauguró este viernes a la tarde la estación de tren, el ícono de nuestro amado barrio, casi la Torre Eiffel de Carapa, como lo llamamos con amor. Si habré cruzado con el auto o con mamá Anita he tomado la formación hasta Aristóbulo del Valle (Olivos) y otros destinos. El andén, la avenida Independencia, el paisaje que la rodea, el laberinto (como yo lo llamo) para no cruzar indebidamente. Allí toqué la barrera con mi manito de cuatro años con papá Rafael, allí tomé tantos trenes, por allí crucé tantos días de sol. Lástima que hoy no pude estar en el acto que se hizo alrededor de la media tarde, pero me siento hiperfeliz y orgulloso como cada vecino de mi barrio. Aparte, los comerciantes que venían medio para atrás por la ausencia del tren, que se detenía en Villa Adelina, ahora están chochos de la vida. Felicidades mi gente amada, y sigamos adelante que seremos más.

NOTICIÓN: COLECTIVEROS SIMPÁTICOS

Tantas veces me he descargado, con justa razón, de las actitudes de los choferes de colectivos, sea por su trato o peor, porque me dejan totalmente en offside. Pero es justo también reconocer lo bueno. Así como me encuentro eso, me encuentro conductores de lo más amables, que hasta te saludan mejor que si fueras una dama. Te charlan, te preguntan por vos, te avisan cómo te van a dejar, dónde, te esperan, alguno hasta me cruzó de calle o me dejó con otro chofer si se pasó. Sí, debería ser normal, pero en este tercer milenio donde todos parecemos robots más que seres interrelacionados hay que destacarlo. Más con esta gente, que tiene su comportamiento tan particular. Incluso me están contando que en casos la ley los obliga a ser correctos. Cosa que tampoco debería ser, pero en este país si la ley no te obliga hacés lo que se te canta. Vaya el reconocimiento y mi elogio a los colectiveros simpáticos. En esta Argentina histérica, un real notición.

miércoles, 13 de noviembre de 2019

NO NOS OLVIDAMOS DE ANGOLA

Si ustedes siguieron Así Es La Vida desde el comienzo, recordarán que me ice muy amigo de la jefa de prensa de la Embajada de Angola en la Argentina, la adorable Rosa Mangueira. Luego fui invitado por ella a aquella lujosa, inolvidable fiesta de independencia en 2016. Le compuse un tema, Rosa de Angola, que pueden ver en mi canal DIEGO CANTAUTOR en YouTube. Y aparte, la nación del suroeste de Africa me trae mi primer recuerdo del amado continente negro. En 2018 Rosa partió definitivamente a Luanda, la capital, su residencia. Desde entonces se la extraña un montón, su cariño, su valía humana, cómo se esforzaba para hablar en español, hasta que me pidió que le enseñara. Las personas hermosas, las vivencias bellas no se van con el físico de la gente, quedan archivadas en el disco de nuestra alma. Angola se quedó para siempre en mi vida, antes y después de esos aconteciientos. Por eso, esta semana que festejó el 11 de Noviembre sus 42 añitos de libertad de la colonización portuguesa, no nos olvidamos: felicidades para los angoleños residentes en el país y para todo ese pueblo caluroso como el Africa.

domingo, 10 de noviembre de 2019

MARZÁN, EL MAESTRO DEL PLACER Y LA CULTURA

En una nueva salida a disfrutar la vida que Dios nos regala, tuve el altísimo privilegio de presenciar este sábado por la noche al maestro Mario Marzán, eximio y legendario pianista de dilatada trayectoria en TV, con Gerardo Sofovich y Susana Giménez entre otros. Si bien no es mi estilo de música, es un placer enorme escuchar algo fino, prolijo, serio y a la vez divertido. Como decía Clemente, un cacho de cultura. Un cacho bien grande, porque el maestro me y nos deleitó en el Bar Santa Paula de Florida, el mismo lugar donde un tal Diego Yamus tocó tiempo atrás.

Primero el veterano genio hizo un popurrí de música europea, haciendo un tour imaginario con melodía italiana, española de varias regiones, francesa, alemana, austríaca, polaca con obras de Chopin, la excelente rusa y la bellísima griega. Y luego se mandó unos buenos tangos, invitando a cantantes que subyugaron al mucho público presente en el precioso barcito. Y más tarde, otros intérpretes hicieron canciones de ópera italiana, una exqisitez. Y el cierre a todo dar con la Marcha del Progreso, la de "Febo Asoma", que hizo explotar a la gente. Todo matizado, eso sí, por la charla y la simpatía sin límites del maestro, quien luego me saludó a mi pedido y conocí un tipo de lo más humilde y accesible. Es como digo siempre, primero sé buena persona y después, si tenés tiempo, buen músico. El maestro Marzán nos regaló una noche de puro lujo. Placer, cultura, decencia, simpatía. Maestro en todo.

sábado, 9 de noviembre de 2019

PIZZA A LA PARRILLA, DELICIA MUNDIAL


Anoche estuve con mucha alegría en una nueva reunión de mis compañeros de la primaria del glorioso eternamente Colegio San Antonio de mi Carapachay. Uno de los chicos, el emblemático tucumano Germán Ruiz, cocinó con ayuda de otros unas espectaculares pizzas hechas en la parrilla, especialidad de mi amigo de entonces, que ya había hecho años atrás en su antigua casa, siempre en Carapa. La pasamos bárbaro, comimos (comí) un montón, postre, baile, cumbia, chicas, genial.



Pero lo que quiero resaltar es la delicia inenarrable que es la pizza a la parrilla, encima con lo que ustedes conocen mi fanatismo por el plato italiano. La tradicional al horno es muy rica, pero queda lejos en comparación con ésta, que recuerdo cuando la conocí por mi familia en la primavera de 1990 y no pude parar. Es que la parrilla, tan argentina con el asado y demás, le da un gusto exquisito, imposible de explicar con palabras, casi parece un tostado bien hecho y no una masa de esas gordotas que es desabrida en casos. Pero además, el fuego (tengo entendido) le quita las grasas y el aceite que haya absorbido en su elaboración en la cocina. Crocante pero no dura, riquísima, aparte justamente por la parrilla cae mucho mejor que la horneada. Si es por mí como cualqier pizza, no hay problema, soy fácil de conformar. Pero si me das a elegir, dame pizza a la parrilla y yo te convido, lector amado, con mucho gusto. Porque a la parrilla, la pizza es mucho gusto.