miércoles, 4 de abril de 2018

HISTORIA MUNDIAL: SUECIA 58

Para 1958, la selección de Brasil venía de fracaso en fracaso. Aquellos errores de alineación en la semifinal del 38 ante Italia, el Maracanazo del 50, la “batalla de Berna” con Hungría en el 54. Muchos cracks igualmente desfilaban por esas campañas: Domingos da Guía, Leónidas, Ademir, Zizinho, Julinho. Pero en Suecia, la racha negra se quebró con un chico de 17 años, un tal Pelé, del Santos, que junto a los suyos barrió con toda tristeza del pasado y por fin le dio a la verdeamarelha el ansiado título del mundo.

Fueron ambos hechos los sobresalientes de otro Mundial europeo. Suecia, que no competía en la Copa desde 1950, había sido designado sede ese año, pero Brasil y otros sudamericanos protestaron la decisión considerando que el torneo debía rotar entre continentes. En 1954 la FIFA decidió volver a elegir, pero se inclinó por el país nórdico por su infraestructura. Y las eliminatorias también fueron irregulares, con retiros de países musulmanes que dejaron solo a Israel, que igual fue obligado a jugar contra Gales, que así se clasificó para su hasta hoy única Copa.

No era la de los galeses la única novedad de los 14 clasificados en la cancha. Por fin apareció Argentina, que goleó a Chile y Bolivia para regresar tras 24 años, la última fue en Italia 34 con amateurs. Los brasileños debieron sudar ante Perú para meterse por un global 2-1, mientras el ex campeón Uruguay quedaba por primera vez afuera de la gran cita humillado por Paraguay. Por su parte, y por única ocasión, los cuatro integrantes del Reino Unido llegaron al Mundial, con Inglaterra y la tragedia aérea de Manchester a cuestas, Escocia bajando a España con Di Stéfano e Irlanda del Norte debutando a expensas de Italia, otro que se ausentaba por primera vez. Hablando de debuts, aparte de galeses y norirlandeses, se presentó la Unión Soviética, que en 1954 no fue prohibida por el dictador Josef Stalin, y que dos años antes del Mundial, en 1956, había sido medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Melbourne, Australia. Asimismo, tomaban parte en su primera fase previa países como Alemania Oriental, Islandia, Costa Rica, Guatemala y hasta Antillas Holandesas.

El 8 de junio inició la sexta Copa con varios encuentros, el más esperado el que en Malmö, por el Grupo 1, enfrentó al campeón Alemania Federal y Argentina. A los 3 minutos, Oreste Corbatta abrió para la Selección de Guillermo Stábile, pero los alemanes la volvieron a la realidad y se impusieron 3-1 con comodidad. Fue la puntada inicial de lo que una semana después sería “el desastre de Suecia”, cuando Checoslovaquia los barría con un doloroso 6-1 y los eliminaba. Los jugadores, entre mal preparados y con algo de soberbia previa, regresaron a Buenos Aires con semejante actuación, y la devolución de sus hinchas fue tirarles con monedas. Ese fue el resultado de aquel viaje de Stábile a Suiza 54 y su posterior informe sobre ese torneo.

Se volvía a la fase de grupos tradicional pero por fin con el sistema de todos contra todos, aunque los partidos de desempate seguían vigentes en caso de igualdad en el segundo puesto. De nada le sirvió a Checoslovaquia su media docena, porque Irlanda del Norte lo dejó afuera en uno de ellos, acompañando a Alemania a los cuartos de final. En el Grupo 2, la Francia de Raymond Kopa y Just Fontaine arrasaba a goles, seguido por la dura Yugoslavia y Paraguay, que aunque quedó al margen cumplió muy bien. Los locales pasaban junto a Gales, que seguía sorprendiendo al eliminar a Hungría, anterior subcampeón. Y el 15 de junio fatídico para Argentina, debutaron Pelé y Garrincha, Brasil le ganó a la URSS y ambos se metieron en los cuartos de final.

Y Pelé fue llevando a su equipo hasta la final. Primero le hizo un sensacional gol, su inicial, a Gales para avanzar a las semifinales, y allí hizo dos para batir a la poderosa Francia por 5 a 2. Just Fontaine venía moviendo redes como loco, pero no pudo con los más potentes amarillos. Del otro lado, se encontraron Suecia y Alemania, y en partido muy duro resuelto sobre el final, los suecos ganaron 3 a 1 y accedieron a su primera final. Pero, ¿serían capaces de vencer al fútbol samba de Pelé y compañía?

No lo fueron ni por asomo. Porque luego del tercer puesto brillante de Francia, con otros cuatro goles de Fontaine, los de Vicente Feola volvieron a dar cátedra de fútbol en el Rasunda Stadion de Estocolmo. Y eso que Suecia marcó el primer gol a los 4 minutos, pero un doblete de Vavá, un gol antológico de Pelé, otro de Zagallo y un cabezazo de O Rei lapidaron a un digno anfitrión con otro 5 a 2. El rey sueco Gustavo se rindió a su colega Edson Arantes do Nascimento, y Brasil se dio por fin el dulcísimo gusto de ser campeón. En el Mundial de Pelé.

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