Ya sabemos que la situación económica está pésima, somos varios los que no le creemos nada a estos señores del sinceramiento tarifario. Pero más cierto es que hay especuladores inescrupulosos. Me cuentan de los almacenes y comercios afines, ahí no sé porque todo está tan caro que no sospecho nada raro. Pero sí en los remises, estos autos especiales que te llevan de puerta a puerta, con un tipo amigable, un auto impecable, todo bárbaro, pero que al mismo tiempo buscan cómo sacarte un peso más.
Muchas veces subo a un auto, y cuando termino mi viaje y pregunto el valor, me dicen "tanto", repregunto por qué si antes estaba otro precio, y la respuesta es "aumentó ayer", "ahora hay nueva modalidad" o cosas por el estilo. Yo, ustedes, no nos chupamos el dedo, pero tenemos que pagar igual. Sí, seguro que no son los únicos, y que tal vez lo hacen apremiados por esta locura inflacionaria, luz del 40 por ciento, gas del no sé cuánto por ciento. Pero igual está mal. Consejo: fíjense bien, porque a cada ratito te suben el auto, en lugar de subirte AL auto.
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